El sector turístico mundial registrará en 2011 un crecimiento de entre 5.5 y 6.0 por ciento, respecto al año pasado, estimó el secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Taleb Rifai.
Asimismo, respaldó la previsión dada a conocer por la Organización Internacional del Trabajo, en la que señala que el turismo mundial podría generar unos 300 millones de empleos en los próximos 10 años.
El funcionario de la OMT hizo una evaluación de la gira de trabajo que efectuó esta semana por México donde dijo haber encontrado una clara voluntad política en los tres niveles de gobierno para impulsar al turismo como generador de empleos de calidad.
Ratificó el respaldo del organismo a su cargo hacia los esfuerzos de México en materia turística y explicó que este apoyo se divide en dos partes: el aspecto político y el técnico.
En el político, destacó el nivel de coordinación y comunicación que el organismo mantiene con México, que ‘ha llegado a un punto como nunca antes se había tenido’.
Respecto al apoyo técnico, Rifai ofreció el respaldo a México para capacitar al personal turístico y construir las habilidades profesionales para que los empleados eleven la calidad de sus servicios.
Este apoyo tiene el propósito de convertir al país en un líder regional en la creación de paquetes turísticos que atraigan a visitantes de otras regiones del mundo, no sólo a México, sino a naciones de la región.
El secretario de la OMT citó el caso del mundo maya, donde es posible crear atractivos que traigan un mayor número de visitantes de Asia y Europa a México y Centroamérica.
Antes, el encargado de la OMT para las Américas, Carlos Vogeler, leyó las conclusiones generales del Séptimo Foro Mundial de Parlamentarios en Turismo, que se realizó esta semana en Puerto Vallarta, Jalisco.
Anticipó que el documento final se presentará antes de concluir el año, pero las conclusiones preliminares están disponibles para que los actores del sector turístico mundial hagan observaciones y mejoren el documento.
Vogeler subrayó que el turismo puede ser un importante motor para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio, específicamente, respecto a la lucha contra la pobreza, porque los ingresos que genera son entre dos y tres veces más altos que los de otros sectores.