El defensor comunitario de Santiago Amoltepec, Lorenzo Santos Torres, junto a su esposa e hija, fueron emboscados, ejecutados y calcinados en un camino que conecta las comunidades de San Martín Lachila y San Andrés Zabache, en Ejutla de Crespo, confirmó Maurilio Santiago Reyes, presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas.
Con el asesinato de Lorenzo Santos Torres, ocurrido la madrugada del 18 de julio, ya suman 42 defensores de derechos humanos muertos en Oaxaca durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuatro de estos asesinatos han ocurrido bajo el gobierno de Salomón Jara Cruz, según el monitoreo de agresiones contra defensores realizado por Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA).
Lorenzo Santos Torres, de 53 años, fue asesinado junto a su esposa Marcela Girón Castro, de 48 años, y su hija María Guadalupe Santos Girón, de 26 años. Los tres fueron ejecutados con armas de fuego y posteriormente calcinados dentro de su vehículo en la carretera federal 131 Oaxaca-Puerto Escondido, cerca de San Andrés Zabache. La Fiscalía General de Oaxaca inició una investigación por homicidio doloso.
Santiago Reyes destacó que Santos Torres defendía los derechos civiles, políticos y territoriales en la Sierra Sur de Oaxaca, y en 2013 recibió la Medida Cautelar MC-338-13 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ocupó varios cargos municipales en Santiago Amoltepec y se opuso a las injusticias cometidas por autoridades locales. En 2013, su hijo Jonatán fue asesinado, y Lorenzo sobrevivió a un atentado ese mismo año.
El Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas exige una investigación exhaustiva y sanciones para los responsables del asesinato de Lorenzo Santos Torres y su familia.