El cuadro de Egon Schiele el Retrato de Wally, sustraído durante el nazismo a una galerista judía, ya está de vuelta en el museo Leopold de Viena tras 12 años de ausencia.
La tela de 32.7 centímetros por 39.8 fue presentada al lado de un autoretrato de Schiele por la viuda del fundador del museo, Rudolf Leopold, quien falleció en junio pasado.
“El regreso de Wally al museo Leopold marca un momento crucial desde el punto de vista político”, declaró Elisabeth Leopold.
Para recuperarlo, el museo había aceptado en julio pasado pagar 19 millones de dólares a los herederos de Lea Bondi, una galerista judía de Viena que había vendido obligada la obra a un coleccionista nazi en 1938.
Se trató del primer caso de este tipo revelado en Austria, tras la cual se votó en 1998 una ley de “restitución” de obras de arte sustraídas por los nazis.
Tras varias peripecias a lo largo de los años, el cuadro había ido a parar en 1954 a manos del museo vienés, que en 1997 lo prestó para una retrospectiva de Schiele al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa).
Tras recibir una denuncia de los herederos de Bondi, Estados Unidos había confiscado el cuadro, que permaneció en su poder durante más de una década a la espera del desenlace judicial de la controversia.
Egon Schiele (1890-1918) fue junto a Gustav Klimt y Oscar Kokoschka uno de los máximos exponentes de la escuela expresionista austríaca. En 1911 conoció a quien fue su amante, Valerie Neuzil (Wally), modelo en varias de sus obras