La Comisión Europea pidió el lunes a los fabricantes de reproductores MP3 que limiten el volumen de los aparatos para evitar que sus usuarios se queden sordos a fuerza de aturdirse los oídos.
Meglena Kuneva, comisaria a cargo de la protección de consumidores, abogó porque el volumen esté limitado a entre 80 y 89 decibelios frente a los 100 actuales.
La Comisión explicó que la “utilización segura depende de la duración de la exposición y del volumen”, estableciendo a cuarenta horas semanales el máximo para 80 decibelios y a cinco horas por semana en el caso de 89 decibelios.
La industria dispone ahora de un plazo de 24 meses para formular sus propuestas en respuesta a la petición de Bruselas.
“Es de manifiesto que especialmente los jóvenes escuchan música con un volumen a menudo elevado durante horas, sin ser en absoluto conscientes de que están comprometiendo su oído”, lamentó Kuneva, señalando que las “lesiones auditivas se manifiestan unos años más tarde, cuando ya es demasiado tarde”.
Técnicamente, la Comisión desea modificar los ajustes de los reproductores para permitir una utilización razonable por defecto, al tiempo que los consumidores conservarían “la opción de modificar la configuración, aunque serían claramente advertidos de los riesgos que corren”, dijo la comisaria.
Las ventas de reproductores portátiles, especialmente de MP3, se han disparado en la UE. Entre 50 y 100 millones de personas escuchan música a diario con los auriculares introducidos en las orejas, ajenos al resto del mundo