En los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), desde hace décadas se tiene registro del cultivo y tráfico de enervantes por grupos subversivos.
Un informe “secreto”, fechado el 2 de julio de 1974 y firmado por el general de brigada Alberto Sánchez López (171577), detalla las actividades ilícitas de la guerrilla en Guerrero.
En este documento se señala que la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos generó los recursos necesarios para la compra de armas y municiones de contrabando, con el propósito de realizar incursiones contra efectivos del Ejército Mexicano o corporaciones policiacas en los años 70.
Según el informe, la guerrilla usaba tres tipos de lugares para establecer sus campamentos: el primero eran los hatos (especie de enramada) para protegerse del sol en las jornadas de siembra.
Luego, los campamentos, ubicados a 150 metros de caminos o corredores naturales, desde donde se vigilaba del movimiento de las tropas o los policías. El tercero eran cuevas, para almacenar víveres.
En su último informe, la Fiscalía Especializada para la Investigación y Combate al Delito del Secuestro de la Fiscalía de Guerrero (FEICDS) destaca una disminución en este delito en la entidad, con 30 averiguaciones previas iniciadas en lo que va del año, 18 consignaciones, 44 detenidos, 32 personas liberadas y cuatro bandas desarticuladas.
Algo que ha llamado la atención de autoridades locales es que el secuestro es uno de los delitos igualmente cometidos por el crimen organizado, la delincuencia común e, incluso, por grupos subversivos que se han ubicado en la entidad, como el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), Ejército Popular Revolucionario (EPR) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).
Para Luis Alberto Aparicio Gómez, titular de la FEICDS, la privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro de políticos, presidentes y expresidentes municipales en la Montaña y Costa Chica es perpetrada por grupos de la guerrilla.
“Hemos detectado algunos casos de guerrilla, por parte de los grupos subversivos, y sí, se están atendiendo; obviamente ellos secuestran a presidentes municipales, personajes de la política”.
Con este ilícito, los grupos subversivos buscan recursos para la compra de víveres, armamento y tener efectivo para realizar otras actividades.