Rodrigo “Dr. Niebla” Castañeda
Resident Evil ha sido una de esas franquicias que ha crecido con su público y ha alcanzado notoriedad más allá de los videojuegos. Ya sea por libros, películas o mercancía casi todo el mundo sabe de la existencia de Virus T, de Umbrella y de Chris Redfield o Leon Kennedy.
Este es uno de los pocos juegos que ha buscado evolucionar con el paso del tiempo, pasaron de ser aquel juego de terror y acertijos que fue el primero, o de sobrevivencia como fue Resident Evil 3, a revolucionarse por completo con Resident Evil 4, siempre manteniendo algunos elementos claves, pero revolucionando su propio modo de juego.
Después de Resident Evil 4, el público dejó en claro que deseaban que el título siguiera evolucionando, que siguiera manteniendo a su público, cautivo desde hacía varios años, al borde del asiento mientras exploraba las oscuras esquinas que plagan los escenarios de cualquier Resident Evil, esperando que de cualquiera de ellas saltara alguna criatura horrorosa.
Tal vez esto haya ayudado a que el quinto título de la serie no tuviera todo el éxito que se esperaba, pues era una copia del juego anterior, sin la tensión sobrenatural que había caracterizado hasta la fecha a esta serie.
Capcom estaba consciente de esto y por lo tanto se avocó a la tarea de revolucionar una vez más uno de sus títulos más importantes, y así es como llegamos a Resident Evil 6, con la promesa de que sería un cambio radical en el modo de juego mismo. Durante muchos meses se especuló si sería un título de terror y sobrevivencia o estaría más enfocado en la acción como el número 5 de la seria. Capcom leyó bien los jugadores y ofreció en esta nueva entrega algo de los dos mundos.
Ahora bien, siendo del todo honesto, si bien el juego es sólido, entretenido y visualmente impresionante, la verdad es que hay algunos detalles que no lo hacen estar al nivel de su cuarta contraparte. Batallas repetitivas, el hecho de que uno tenga que cuidar sus balas aún más que en los primeros títulos y la pesadilla que se vuelve en esta ocasión el sistema de almacenaje, al punto de que realmente debemos de considerar cada objeto que el personaje trae consigo, le restan punch al juego. Tampoco le ayuda que si bien intentaron aumentar la acción del juego, sin dejar de lado el horror, no logran cuajar en ninguno de los dos rubros, y se quedan a la mitad del camino de ambos.
Pero estas son pecatas minutas en realidad, el juego, si bien no es la revolución que esperábamos, sí es un muy buen, y firme, paso hacia el frente, que si bien puede en algunos momentos ser tan frustrante como otros juegos de Capcom, al final se disfruta, en especial por la forma en la que se narra la historia y cómo las diferentes historias se cruzan en un momento a otro. Es un juego que vale la pena jugarse, aunque no vale mucho la pena correr en este instante a comprarlo, puede esperar.
Lo que sí recomiendo encarecidamente, es que una vez que lo estén jugando piensen bien cada bala que vayan a disparar, nunca se sabe cuando se estará rodeado de enemigos sin municiones para defenderse.