Rodrigo â??Dr. Nieblaâ? Castañeda
Esta semana se me ha ido el tiempo en dos cosas: Dead Island y Netflix. He estado saltando entre las dos, tratando de ser analÃtico y estudiando cada una de sus cualidades y defectos. He aquà mis hallazgos.
Comencemos por Dead Island, un juego que definitivamente es causa de polémica, no por lo violento de su temática â??que ya levantará polémica en otras áreasâ?? sino por el potencial desperdiciado de lo que, por varias circunstancias, no es un gran juego.
La temática es sencilla; una isla paradisiaca, un centro vacacional al que cualquiera gustarÃa ir y una epidemia de zombis. Cuatro personajes con caracterÃsticas diferentes tienen que sobrevivir en esta isla hasta que la ayuda llegue, realizando toda clase de tareas que califican en un amplio rango moral, desde salvar a diferentes personas, hasta transportar sustancias ilegales de un bungaló a otro entre oleadas de zombis.
¿Les suena familiar? Muy probablemente porque lo es. Dead Island es un fabuloso mashup de varios juegos de zombis y uno que otro FPS, como Condemned y FarCry 2; sin embargo en ningún momento se siente como un mashup, sino que se gana su categorÃa como juego original con pequeños detalles que hacen la diferencia: es de dÃa, los zombis atacan en pequeñas hordas, las armas de fuego no son necesariamente las protagonistas pues puedes pasártela aventando cosas, lo que termina, en muchas situaciones, siendo más efectivo.
Todo va my bien, hasta aquà se siente como un juego redondo, capaz de redefinir el género de horror de sobrevivencia, de no ser por un detalle, la horrenda y terrible cantidad de bugs fatales que inundan el juego, entre ellos la inhabilidad de poder salvar el avance del jugador más allá del nivel 9 o 10. Tanto bug y la falta de un pach, hasta ahora, hacen de la experiencia de Dead Island algo frustrante. Mi recomendación, esperen a que arreglen los bugs principales antes de comprar el juego, mientras pueden rentarlo.
Y ahora hablemos de Netflix.
Como bien saben desde el 12 de septiembre ya tenemos Netflix en varios paÃses de Latinoamérica, incluido México.
El servicio de Netflix es igual al de otros sitio de distribución de video por la red, con la diferencia de que cuesta $99.00 pesos al mes (el primer mes es gratis) y puede verse a través de la computadora, el PS3 y el Wii.
Por ahora el catálogo de pelÃculas y series de televisión es limitado. La mayorÃa son pelÃculas viejas, muy viejas, entre ellas creo que está la colección completa de Cantinflas â??lo que chiflará a uno que otro diputadoâ??, una de Tin Tan, algunos dramas de JoaquÃn Pardavé, una de Mauricio Garcés y una del Santo.
El catálogo de series de televisión tampoco anda muy bien. Telenovelas como la Madrastra y otras de varios paÃses, entre ellos Brasil, Argentina y Colombia. Pero no todos son telenovelas, hay algunas series norteamericanas que pasan ahora por televisión como Castle o Community, varios programas para niños, The Office y Californication â??estas dos últimas desafortunadamente solo en español.
Lo que es una sorpresa son las series inglesas, difÃciles de encontrar en nuestro paÃs, una de ellas, Waking the dead, es una excelente serie policiaca producida por la BBC, de la que se pueden ver sus ocho temporadas.
Yo creo que la ventaja principal de Netflix, en comparación con otros sitios es la posibilidad de reproducción en las consolas de videojuego, lo que no ata al usuario a la computadora y, en mi caso particular, me da la posibilidad de poder estar echado en mi cama, frente a la televisión, viendo una peli o una serie.
Un mes es lo que tiene que tiene Netflix para demostrar su potencial, ese potencial que a tantos ha puesto a temblar en los Estados Unidos. De no ser asÃ, de no poner tÃtulos más interesantes para el fin de septiembre o más pelÃculas de las 75 promedio que tiene ahora por género, podrÃa no ser el éxito que ha sido en otros paÃses. Pero por ahora, la cosa pinta bien
@drniebla