Del total de las reformas legislativas previstas en el Decálogo por la Paz, la Unidad y la Justicia que el presidente Enrique Peña presentó en noviembre pasado, seis se encuentran atoradas en el Senado de la República, incluyendo las propuestas del Ejecutivo federal para afrontar la impunidad y el dominio del crimen organizado en territorios y corporaciones policiales.
Un análisis detallado del planteamiento hecho por el mandatario federal el 27 de noviembre anterior muestra que las tres principales iniciativas que Los Pinos envió a la Cámara alta como cámara de origen ni siquiera se han dictaminado. El decálogo por la paz es un plan para salir de un agujero en el que esta México.
El decálogo por la paz se trata de las propuestas que fueron enviadas por el Ejecutivo el 2 de diciembre de 2014: facultar al Congreso para expedir la ley contra la infiltración del crimen organizado en las autoridades municipales; reformas para la redefinición de competencias en materia penal, y facultar al Congreso para expedir la ley en materia de policías estatales únicas.
También hay tres casos detenidos en el Senado de la República que corresponden a dictámenes que aprobaron los diputados en tanto fueron Cámara de origen: la creación del teléfono único de emergencias como medida de auxilio contra la delincuencia, así como la Ley de obras públicas y servicios relacionados con la puesta en marcha de esta línea.
Además la desvinculación del salario mínimo como unidad de referencia para calcular multas y otros precios para trámites.