Decenas de aviones de combate rusos, en tierra. Decenas de aviones de combate ruso permanecían inactivos el martes sobre la pista de una base aérea de Rusia en Siria, durante el cuarto día del alto el fuego negociado entre Moscú y Washington.
La aparente falta de actividad atestiguada por AP durante un viaje a la base, organizada por los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores de Rusia, contrasta con la frenética operación que los reporteros de AP vieron durante una visita al mismo lugar en enero pasado.
El alto el fuego, que se inició a medianoche del viernes, ha generado una notable reducción en las hostilidades por primera vez en los cinco años del conflicto en el que han muerto más de 250.000 personas, ha desplazado a la mitad de la población de Siria e inundó Europa con refugiados.
Pero la tregua sigue siendo extremadamente frágil a la vista de las denuncias de violaciones en muchas zonas, con las fuerzas gubernamentales y la oposición culpándose mutuamente.
El grupo extremista Estado Islámico y la rama de Al Qaeda en Siria, Jabhat Al Nusra, están excluidos de la tregua.
El ejército ruso informó el lunes que sus aviones de combate alcanzaron blancos de Al Nusra al norte de Alepo. Agregó que los grupos que se sumaron a la tregua no han sido atacados.
Durante cinco meses de bombardeos aéreos, que comenzaron el 30 de septiembre, cada jet ruso realizó de media varias misiones de combate al día, hasta una impresionante cifra total de 6.000 operaciones.
El Ministerio de Defensa ruso dijo el lunes por la noche que el cese al fuego se mantiene en gran medida a pesar de violaciones esporádicas. El teniente general Sergei Kuralenko, que dirige el centro de coordinación de la tregua en la base rusa en Siria, expresó satisfacción con lo que describió como un buen nivel de coordinación con sus homólogos estadounidenses en Amán, Jordania.
Rusia y Estados Unidos acordaron intercambiar información sobre los grupos opositores que respetan la tregua y enfrentar de forma conjunta cualquier posible violación.
Para el presidente ruso, Vladimir Putin, el acuerdo de tregua ofrece una oportunidad de capitalizar una exitosa campaña aérea que ha ayudado al ejército del presidente sirio Bashar Assad a revertir el curso de la guerra y a lograr avances importantes cerca de Alepo y en otras zonas.
El acuerdo de tregua negociado entre Rusia y Estados Unidos logra el objetivo estratégico de Putin: Mostrar a Moscú como un socio al mismo nivel que Washington en la lucha contra la crisis en Siria.
El acuerdo eleva la influencia mundial de Rusia, permite a Putin aparecer como pacificador y supone la primera vez que Rusia se compromete con Estados Unidos en un diálogo entre ejércitos desde el inicio de la crisis en Ucrania hace dos años.