La Campus Party 2010, que comenzó hace una semana en el Museo Príncipe Felipe de Valencia, cerró ayer sus puertas con 3.400 participantes de 20 países diferentes que se integraron en la vanguardia de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
La principal dificultad de esta décimocuarta edición ha sido la falta de espacio, al no poder ocupar el edificio del Ágora, lo que implicó un recorte del 50% en el número de participantes sobre lo previsto en un primer momento. La organización abre ahora un «periodo de reflexión» para determinar si la capital del Turia seguirá albergando el certamen o si se establecerá en otra ciudad española.
Estrecheces al margen, las conferencias del cofundador de Apple, Steve Wozniak, y del diseñador publicitario Oliviero Toscani o el lanzamiento del globo sonda desde el certamen cautivó a los visitantes de esta Campus 2010, para muchos de los cuales ésta ha sido la mejor edición. La próxima parada del certamen tendrá lugar este mismo mes en México D.F., donde se celebra Campus Party por segundo año consecutivo.
La edición clausurada ayer ha supuesto una inversión de 2,8 millones de euros y la contratación de más de 250 empleados. Se trata de un certamen de compleja organización, cuya instalación ha requerido la utilización de 30 kilómetros de red y 20 de fibra óptica.
El recinto se dividió por primera vez en cuatro áreas especializadas (ciencia, innovación, creatividad y ocio digital). Los campuseros aplaudieron esta «iniciativa distribuidora» que permitió a 1.500 personas conectarse a estos puestos fijos. Otros 700 participantes se conectaron a puestos móviles con sus ordenadores portátiles, mientras que 1.200 disfrutaron de los pases de un día. Valencia ha sido la provincia que más campuseros ha registrado (unos 700), seguida de Madrid (322) y Barcelona (217).
La cita bajó ayer el telón con la incertidumbre de si Valencia repetirá como anfitriona. Lo que sí ha decidido la empresa organizadora (E3Futura) es que seguirá en territorio español, porque aquí es donde comenzó el sueño de miles de internautas.
Via ABC.es
CRISTINA RALO