Adolescentes que practican como aficionados deportes de contacto como el fútbol americano, boxeo, lucha libre, rugby, básquetbol, béisbol y otros también propios de los años escolares, son más susceptibles a sufrir encefalopatía traumática crónica.
De acuerdo a un estudio de la Clínica Mayo en Florida, descubrieron una cantidad importante y sorprendente de encefalopatía traumática crónica entre los varones que participaron en dichas actividades deportivas.
Se trata de una enfermedad progresiva y degenerativa que lamentablemente sólo puede diagnosticarse después del fallecimiento, pero se le asocia con síntoma de perdida de la memoria, agresividad, confusión y depresión.
Éstos aparecen tardíamente, hasta décadas después de la ocurrencia de los traumas que la causaron.
En un comunicado, el autor del estudio y alumno de predoctorado, neuropatólogo de dicha clínica, Kevin Bieniek, informó que se examinaron los expedientes clínicos de mil 721 casos del banco cerebral de Mayo Clinic y de ellos 66 pertenecieron a hombres con participación documentada en deportes de contacto durante la adolescencia y primeros años de juventud.
Al examinar el tejido cerebral correspondiente a esos 66 , se encontró que 32 por ciento mostró la patología de la encefalopatía traumática crónica.
En contraste, ninguno de los 198 cerebros de las personas sin participación documentada en deportes de contacto, entre ellas 66 mujeres, mostraron dicha enfermedad.
Bieniek, expresó que “32 por ciento de encefalopatía traumática crónica descubierta en el banco cerebral es una cifra sorprendentemente alta para la frecuencia que tiene la patología neurodegenerativa en la población general”.
Si una de cada tres personas que participa en deportes de contacto más adelante desarrolla este padecimiento, puede ser un verdadero problema, advirtió.
Hace falta todavía determinar si los cambios cerebrales provocan algún efecto observable en el comportamiento o en la cognición de los antiguos deportistas.
Señaló que el objetivo del estudio no es disuadir a niños y adultos de participar en deportes, pues eso aporta grandes ventajas para la salud mental y física; sin embargo, es fundamental que la gente tenga cuidado y se proteja la cabeza.
Consideró que estos resultados permitirán poner mayor énfasis en que los deportes de contacto sean más seguros, a través de mejores equipos protectores y menos contacto directo entre cabezas.
Dicho estudio es el primero en aplicar el criterio para encefalopatía traumática crónica establecido este año por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés) para buscar la incidencia de la enfermedad entre jugadores no profesionales.