La Universidad de California, la Universidad de Columbia y Universidad Estatal de Michigan han realizado una investigación donde han detectado metales tóxicos, incluido plomo y arsénico, en varias marcas de tampones menstruales distribuidos por algunos países de Europa y Estados Unidos.
Según la según la investigación publicada en Environment International, encontraron concentraciones mensurables de 16 metales, entre ellos concentraciones elevadas de plomo, cadmio y arsénico. Este estudio asegura que no hay ningún trabajo previo que haya medido la cantidad de metales de este producto de higiene femenina.
El estudio buscó específicamente arsénico, bario, calcio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, mercurio, níquel, plomo, selenio, estroncio, vanadio y zinc. Asimismo, compararon las concentraciones según las características del tampón —región de compra, material orgánico, tipo de marca— utilizando modelos mixtos de cuartiles medianos.