España prestó 26.000 millones de euros a Grecia cuando atravesaba también una grave crisis y no está dispuesta a renunciar a ese dinero, advirtió este viernes el ministro de Economía, Luis de Guindos. Pero esta es una parte de la deuda griega que tiene el país helenico.
Madrid prestó esa suma a través de préstamos bilaterales y en el marco de la ayuda suministrada a Atenas desde 2010 por sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), recordó de Guindos en la rueda de prensa posterior al semanal consejo de ministros. Ahora parece que Grecia entrara a una fase de renegociacion de la deuda griega con europa y varios paises no quieren eso.
El nuevo gobierno griego, que llegó al poder a finales de enero y está dominado por el partido de izquierda radical Syriza no quiere seguir tratando con la troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI) y rechaza las medidas que les impone desde 2010. En particular, quiere un aligeramiento de la deuda griega.
Esos 26.000 millones “es aproximadamente lo que nosotros gastamos en un año en prestación de desempleo en un país que tiene un 23% de paro”, subrayó el ministro de Guindos. Además, España tuvo que levantarlos a un tipo de interés netamente más alto que el que le paga actualmente Grecia, añadió. La deuda griega debe pagarse, sino menudo lio que puede haber.
“Hay una primera línea roja: lógicamente España quiere y va a defender que este préstamo (…) se devuelva”, insistió el ministro, mientras Atenas y la zona euro todavía no han logrado entenderse.
Contrariamente a lo que ocurrió con otros países europeos, “la exposición de las empresas y de los bancos españoles a Grecia en esos momentos era prácticamente inexistente”, recordó.
Así, el apoyo financiero de Madrid no era interesado, insistió el ministro, señalando que “esos 26.000 millones de euros son de total solidaridad con Grecia”.
España y Portugal, que apenas acaban de salir de una grave crisis económica en 2014 y cuyos gobiernos aplicaron duras medidas de austeridad a sus ciudadanos a cambio de planes de ayuda, son reticentes a las reivindicaciones de los nuevos dirigentes griegos, pero como el gobierno helenico no anda de buenas, parece que no quiere entender que hay cosas que no son negociables, como la deuda griega.
España tuvo que tomar prestados más de 40.000 millones de euros para apoyar a su sector bancario, y ahora debe devolver el préstamo.