La nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Sigrid Pimentel Martín, indicó que llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como distintas enfermedades no transmisibles y diferentes afecciones.
La especialista manifestó que el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimenticios.
Precisó que ahora se consumen más alimentos hipercalóricos, grasas saturadas, grasas de tipo trans, azúcares libres, sal o sodio; además de que hay muchas personas que no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.
Señaló que la composición exacta de una alimentación saludable, equilibrada y variada depende de las necesidades de cada persona, “por ejemplo, de su edad, sexo, hábitos de vida, ejercicio físico, además del contexto cultural, los alimentos disponibles localmente y los hábitos alimenticios”.
Puntualizó que no obstante, los principios básicos de la alimentación saludable son siempre los mismos.
Afirmó que para tener una alimentación equilibrada es preciso comer frutas, verduras, leguminosas (lentejas y garbanzos), frutos secos y cereales integrales (maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no procesados).
Mencionó que además se debe consumir al menos 400 gramos (cinco porciones) de frutas y verduras al día, “las papas, camote, yuca y otros tubérculos feculentos no se consideran frutas o verduras”.
Recomendó limitar el consumo de azúcares libres a menos de 10 por ciento de la ingesta calórica total, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas), en el caso de una persona con un peso saludable que consuma aproximadamente dos mil calorías al día.
Sugirió limitar el consumo de grasa a 30 por ciento de la ingesta calórica diaria.
La experta detalló que las grasas no saturadas presentes, por ejemplo, en el aceite de pescado, los aguacates, los frutos secos o el aceite de girasol, canola y oliva son preferibles a las grasas saturadas que contienen la carne grasa, mantequilla, aceite de palma y de coco, nata, queso y la manteca de cerdo.
Aclaró que las grasas industriales del tipo trans en los alimentos procesados, la comida rápida, los aperitivos, los alimentos fritos, las pizzas congeladas, los pasteles, las galletas, las margarinas y las pastas para untar no forman parte de una dieta sana.
Resaltó que es recomendable limitar el consumo de sal a menos de cinco gramos al día (aproximadamente una cucharadita de café) y consumir sal yodada.