Se estima que entre 28 y 33 millones de personas en el mundo padecen alzhéimer, enfermedad neurodegenerativa considerada la demencia más común, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien, se desconocen a detalle los procesos biológicos que originan este padecimiento que afecta a alrededor de cinco millones de personas cada año, la ciencia identificó algunos factores asociados con esta enfermedad.
Estos elementos son la genética, la vida sedentaria –que puede provocar presión alta, obesidad y diabetes- y la violencia cerebral, dijo en entrevista la directora Científica de la Asociación Nacional de Alzhéimer en Estados Unidos, María C. Carrillo.
Para concientizar a la población e incentivarla a cambiar su estilo de vida, la organización recomienda con base en la evidencia científica diez acciones para proteger el cerebro y disminuir el riesgo de desarrollar alzhéimer.
La primera de ellas es hacer ejercicio cardiovascular de manera regular, ya que eleva el ritmo cardiaco y aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y al cuerpo.
Por lo que una vida sedentaria no deja que el cerebro reciba nutrientes y deseche las toxinas que se generan en su interior, de modo que a lo largo de muchos años se acumularán, explicó la especialista.
La segunda acción implica al aprendizaje continuo, para ello se aconseja tomar una clase dentro de la educación formal, ya sea de forma presencial o vía Internet.
“Es importante entender que los datos epidemiológicos indican que las personas que tienen más educación, con niveles escolares más altos, están más protegidos contra el alzhéimer que quienes no han estudiado tantos años”, señaló.
Esto se debe a la reserva cognitiva, comentó Carrillo, quien detalló que este concepto se refiere a tener un cerebro rico en conexiones entre las neuronas, que son las células que tenemos en número limitado, y que después de los 21 años empiezan a morirse.
Así que las conexiones entre ellas es lo más importantes porque son infinitas, dijo la ejecutiva quien agregó que la única manera de hacer más conexiones es mediante el aprendizaje.
La siguiente recomendación es dejar el tabaquismo, pues hay evidencia de que aumenta el deterioro cognitivo, mientras que dejar de fumar reduce el riesgo de padecer alzhéimer en niveles comparables a las personas que no son adictas a la nicotina.
Por otra parte, cuidar la salud cardiovascular no sólo puede disminuir el riesgo de tener una enfermedad del corazón o un accidente cerebrovascular, sino también reduce la posibilidad de desarrollar obesidad, hipertensión arterial y diabetes.
“No sabemos qué ocurre con el metabolismo, pero sí sabemos que las personas con diabetes de algún tipo, aun tratados y controlados, tienen un riesgo más alto de alzhéimer”, apuntó Carillo.
Indicó que otro factor asociado con el alzhéimer son los golpes en la cabeza, por lo que se recomienda usar casco al practicar deportes de contacto o andar en bicicleta y motocicleta, así como el uso del cinturón de seguridad mientras circula en un vehículo.
Ya que se piensa que un traumatismo cerebral, una embolia y un ataque epiléptico podrían causar y acelerar cambios en el cerebro que podrían llevar al alzhéimer.
La sexta acción para reducir los riesgos se centra en una dieta balanceada y saludable, baja en grasa y alta en consumo de verduras y frutas.
La Asociación de Alzhéimer además aconseja dormir lo suficiente y atender el insomnio o apnea del sueño, pues esta condición puede provocar problemas de memoria y del pensamiento.
En ese sentido, Carrillo recordó que dormir bien es muy importante porque es cuando el cerebro inicia la sanación y consolida las memorias del día.
Otra recomendación es estar al tanto de la salud mental, ya que algunos estudios relacionan una historia de depresión con un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
De modo que si se tienen síntomas de depresión, ansiedad u otros problemas se debe ir al médico; así como manejar el estrés.
Como novena acción para cuidar el cerebro se sugiere mantener actividades sociales, como formar parte de una comunidad.
Si las personas gustan de los animales pueden ser voluntarios en un refugio local; además, si disfruta cantar puede unirse a un coro o solo compartir actividades con amigos y familiares.
Y como décima acción, se recomienda construir un mueble, completar un rompecabezas y jugar ajedrez, pues esas actividades harán pensar a la persona de manera estratégica, desafiando su mente lo que beneficia a corto y largo plazo el cerebro.