Son jóvenes, independientes, profesionistas y musulmanas. Unas llevan algunos años en España, otras han nacido aquÃ, y todas proceden de paÃses tan variados como Marruecos, Siria, Túnez o Argelia. Son las nuevas generaciones de mujeres musulmanas. Las que luchan por mostrar al mundo que el islam no es una religión que discrimina ni margina ni obliga a las mujeres a ser sumisas al hombre, sino que defiende la igualdad entre los dos sexos y son las leyes de cada paÃs las que en algunos casos discriminan.
No son las únicas musulmanas que viven en este paÃs. También las hay humildes, que no saben leer ni escribir, y que han sido criadas en profundas aldeas de Paquistán o Afganistán. Son emigrantes económicas que viajaron a España para sobrevivir siguiendo a un marido y con un puñado de hijos a cuestas. Por ley no pueden trabajar, asà que carecen de independencia económica, lo que les lleva muchas veces a repetir en España los roles del patriarcado.
Unas y otras tienen algo en común: cubren su cabeza con un pañuelo llamado hiyab. Las primeras dicen que no tienen un padre ni un marido que las obligue, que se lo ponen por su religión. Algunas usan incluso pantalones ajustados o minifaldas pero sin mostrar el cabello.
Las segundas ni se plantean salir sin el velo; serÃa como salir desnudas. Son estrictas practicantes del islam y no sólo llevan el pañuelo sino que, por respeto al varón, a la familia y a la tradición, no tocan a ningún hombre que no sea de su familia. Unas y otras tienen coinciden en algo: están cansadas de sentirse discriminadas y rechazadas. Tras los atentados terroristas a manos de islamistas de Al-Qaeda el 11 de marzo de 2004 en Madrid, muchas pensaron que los ataques a la comunidad musulmana se iban a convertir en algo habitual.
Sin embargo, aunque hubo algunas denuncias en los meses posteriores, no creció la islamofobia. Lo que sà es cierto es que desde 2002 las encuestas muestran un creciente sentimiento de rechazo hacia el más de un millón de musulmanes â??la mitad mujeresâ?? que viven en este paÃs y la vinculación entre terrorismo e inmigración también es mayor.
Sirin Adlbi nació en España hace 27 años, aunque sus padres son de origen sirio. Es investigadora en Estudios Ãrabes, Islámicos y Orientales y experta en feminismo e islam. Dice que lleva el hiyab, al igual que la mayorÃa de las mujeres musulmanas, por convicción religiosa, no porque alguien la obligue. â??Es una muestra de mi amor a Dios y lo llevo exactamente igual que si tú llevaras una cruz colgadaâ?, asegura en entrevista con un diario de circulacion nacional. Adlbi aclara que en el Corán el hiyab es un precepto religioso. â??En la aleya (equivalente al versÃculo en la Biblia) se dice que es obligatorio llevarlo pero no por no llevarlo se deja de ser musulmanaâ?. En este sentido, recuerda que las judÃas deben llevar el cabello tapado â??y algunas incluso se ponen peluca, pero de ellas no se habla tanto en los medios de comunicación como tampoco se les pregunta a las monjas por qué llevan tocaâ?. Sirin reconoce que hay algunos paÃses como Irán en el que es obligatorio llevar shador (una pieza de tela que cubre todo el cuerpo, menos la cara y las manos), aunque aclara que allà las obliga la ley, no el Corán.
Adlbi también se refiere al divorcio y explica que el Corán no lo prohÃbe. â??Es la presión social que existe en algunos paÃses árabes la que dificulta que se lleve a caboâ?. Y si se le pregunta por el sexo, explica que el Corán â??bendice una vida sexual plena para los cónyuges sin necesidad de que sea para procrear, como ocurre en otras religionesâ?. En este sentido y si hablamos del aborto, comenta que se permite â??bajo algunos supuestos y hasta los 40 dÃas de embarazoâ?. Con respecto a la poligamia, regulada en el islam, especifica que el varón sólo puede casarse con 4 mujeres â??pero la aleya aclara que el marido debe ser absolutamente equitativo con todas a la vez, y en la propia aleya se dice: â??Y no lo podréis ser, de manera que la interpretación que muchos pensadores e intelectuales musulmanes hacen es que es una forma de decir a los hombres que no la practiquenâ?. En este sentido, la joven añade que aunque â??en el islam la poligamia es un derecho, no es una realidad extendida como dicen los medios de comunicación. En cambio, en España no es un derecho, pero sà es un hecho porque muchos hombres la ejercen. Tienen a la amante y a la amiga con derecho a roceâ?¦â?, bromea.
Al igual que Adlbi, Zoubida Barik Edidi, también es musulmana y también lleva velo. Nacida en Marruecos pero de nacionalidad española, desde el dÃa en que entró a formar parte del Colegio de Abogados de Madrid y hasta hace unas semanas nunca habÃa tenido problemas por ir a los juicios con la cabeza cubierta. Sin embargo, hace unos dÃas el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez le invitó a abandonar la sala por llevarlo. â??No puedo entender cómo una persona que se supone ha de tener un mayor conocimiento de las leyes y de la Carta Magna puede hacer esoâ?, explica. â??La actitud del magistrado fue un acto de discriminaciónâ?, denuncia