El presidente ruso Dmitry Medvedev criticó el sábado al partido oficialista por utilizar su peso y minar la democracia en las recientes elecciones regionales, e insistió que debe aprender a ganar limpiamente.
La declaración de Medvedev fue un reproche inusual al partido Rusia Unida encabezado por su predecesor y mentor, Vladimir Putin. Rusia Unida es la base de Putin, que no ha descartado la vuelta a la presidencia en el 2012.
En un congreso del partido efectuado en San Petersburgo y al que asistió Putin, Medvedev acusó a varias delegaciones regionales de Rusia Unida de utilizar su dominio y conexiones oficiales para modelar los resultados electorales a su favor.
Agregó que el partido debe “liberarse de dichas personas y eliminar hábitos políticos tan nocivos”.
“Las elecciones deben expresar el deseo popular en una competencia libre entre ideas y programas, pero eso no sucede cuando se mezclan los procedimientos democráticos con los administrativos”, agregó el mandatario.
La mayoría de los funcionarios federales y regionales de Rusia son miembros de Rusia Unida, y la oposición acusó al partido de utilizar esa influencia para hacer trampas en las urnas. Los observadores electorales independientes y los partidos de la oposición, incluyendo los comunistas, protestaron las violaciones electorales generalizadas que, según ellos, ocurrieron en los comicios municipales de octubre, y mencionaron las pruebas de votaciones reiteradas y relleno de votos fraudulentos.
Los candidatos de la oposición sostienen que se les impidió hacer campaña electoral y algunos incluso afirmaron que su nombre no figuró en las papeletas de votación.
Tanto Putin como Medvedev defendieron a Rusia Unida en sus comentarios postelectorales, e insistieron que las denuncias de irregularidades deben ser investigadas y los culpables castigados.