Donald Trump se atiene a sus impopulares comentarios criticando a la presentadora de Fox News Megyn Kelly, aferrándose a su posición de nuevo mientras sus rivales tratan de orientar una campaña de primarias republicanas dominada por las reacciones a las sucesivas polémicas de Trump.
Trump ofreció varias entrevistas telefónicas el domingo para responder a la última controversia de su campaña.
El magnate ha hecho declaraciones incendiarias contra los mexicanos que cruzan la frontera de forma ilegal y contra el senador republicano de Arizona John McCain, veterano de la guerra de Vietnam. En esta ocasión, Trump se veía en la línea de fuego por decir el viernes en CNN que Kelly “tenía sangre en los ojos que le salía por todos lados” durante el primer debate de las primarias.
Kelly había puesto sobre la mesa el historial de Trump de insultos dirigidos hacia mujeres y preguntó si esa clase de lenguaje podría perpetuar la idea de una “guerra contra las mujeres” en el partido.
Trump, que ha disfrutado de una ventaja inicial en los sondeos, rechazó el domingo disculparse por sus palabras y afirmó que sólo un “desviado” habría pensado que con su expresión “de todos lados” se refería a nada que no fueran las orejas o la nariz de la presentadora.
“Me disculpo cuando me equivoco. Pero no me he equivocado. Quiero decir, no dije nada malo”, dijo Trump en el programa “Meet the Press” de NBC.
También declaró que sería un magnífico presidente para las mujeres pese a su historial de comentarios sexistas.
“Estoy muy metido en el asunto de ayudar a la gente y ayudar a las mujeres”, dijo en “Face the Nation”, de CBS. “Los problemas de salud de las mujeres son algo clave para mí, y muy importante”.
Las declaraciones de Trump tras el debate hicieron que se revocara su invitación a una importante conferencia conservadora, y le ganaron críticas de varios de sus rivales, incluida la ex directora ejecutiva de Hewlett-Packard Carly Fiorina, que afirmó que las declaraciones de Trump eran “ofensivas y completamente inapropiadas”.
La campaña de Trump está en proceso de reconversión tras haber cortado lazos con el antiguo asesor de Trump Roger Stone.