El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, afirmó hoy durante su visita sorpresa a Afganistán que la detención en Londres del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, son “buenas noticias”.
La breve reacción de Gates, que se enteró de la noticia por la prensa que cubre su viaje al país afgano, es la primera de un alto funcionario de Estados Unidos desde que la unidad de extradición de Scotland Yard detuviera a Assange esta mañana.
Mientras, WikiLeaks se apresuró a asegurar que el arresto de su fundador no detendrá las filtraciones de los 250 mil cables diplomáticos que comenzaron a publicarse el 28 de noviembre.
“Las acciones de hoy contra nuestro editor jefe Julian Assange no afectarán a nuestras operaciones: sacaremos a la luz más cables esta noche como es habitual”, dijo la organización a través de Twitter.
Assange, de 39 años, fue arrestado después de acordar una “cita” en una comisaría con los agentes británicos, que seguían una orden europea de detención emitida por la Fiscalía de Suecia en relación con sus supuestos delitos de agresión sexual.
Su abogado en el Reino Unido, Mark Stephens, señaló que “es hora” de que se llegue a la verdad de esto y que Assange quiere “limpiar su nombre”.
Stephens añadió que su cliente luchará contra su posible extradición a Suecia, ya que teme que, de ahí, pueda ser entregado a Estados Unidos, donde algunos políticos han llegado a pedir su ejecución.
Dijo que el fundador del portal WikiLeaks detenido hoy en el Reino Unido a petición de la Fiscalía de Suecia, está “bien” y a la espera de comparecer ante un tribunal de Londres.
Assange, cuyo portal ha revelado miles de documentos confidenciales del gobierno de EU, fue asediado hoy por los fotógrafos al llegar en un automóvil policial al tribunal de la City de Westminster, donde comenzará el proceso de extradición después de que fuera arrestado siguiendo una orden de detención europea lanzada por Suecia, donde es requerido por supuesta agresión sexual.
“Está bien”, dijo Stephens al llegar a la Corte, e informó que la cita que tuvo esta mañana su cliente con la Policía en una comisaría fue “muy cordial” pues “querían verificar su identidad. Querían saber que era el verdadero Julian Assange y (ahora) estamos preparados para ir a (la sala del) tribunal”.
El fundador de WikiLeaks ha negado los supuestos delitos de agresión sexual y su abogado, Mark Stephens, ha relacionado este caso con una “maniobra política”.