Enrique Peña Nieto. Después de su primer gira por Sudamérica, en estos días encuentra en Europa. Para algunos, esta práctica del “turismo gubernamental” es despreciable, pues consideran que se gasta dinero de los contribuyentes en pagar los viajes del presidente electo y su comitiva, sin que tengan resultados inmediatos y útiles.
Sin embargo, no debe perderse de vista que uno de los mayores valores de la democracia es precisamente la renovación de las personas, y con ello, el cambio de “preferencias” de un gobierno. Esto es, si al presidente en turno, como el caso de Luis Echeverría, le gustaban las aguas de frutas, esta tendencia se usaba por todo el país y se genera una moda. Si el Presidente prefería las guayaberas como el caso de López Portillo, esta prenda se vuelve un referente nacional.
Pero lo que es cierto para esas trivialidades, es mucho más cierto para enfoques políticos. Así, Solidaridad, Progresa y Oportunidades son un mismo programa, pero con énfasis diferentes en ciertos aspectos: uno privilegiaba el trabajo comunitario, otro el apoyo a niñas, uno más vincular salud y educación con la beca y otro ya considera que algunos becarios han llegado a la Universidad y hay que apoyarlos más.
Esto también influye en la política exterior: los panistas preferían mantenerse alejados de Cuba o señalar sus violaciones a derechos humanos, lo que tensó las relaciones con esa Isla; tomar cierta distancia de los regímenes de izquierda electa o de ciertas posiciones de esos regímenes. Con la llegada del priísta se verán cambios.
Hay temas realmente de fondo en los cuales una interacción personal o un contacto directo pueden reemplazar horas y horas de negociación telefónica o suplir eficientemente el enviar decenas de documentos. Por ejemplo, tanto Brasil como Argentina han cerrado sus fronteras a la importación de autos mexicanos, aduciendo que tras muchos años de tener superávit, México los ha rebasado y ahora tienen déficit. Y si bien esto puede plantearse a niveles diplomáticos o documentales, un encuentro personal ayudará a negociar con mayor facilidad este tipo de temas y a ampliar al presidente entrante su comprensión de los porqués de ciertas acciones que deben ser políticas de Estado.
Sí, es posible que Enrique Peña Nieto traiga pocos resultados reales de sus primeros viajes. Sin embargo, consideramos que el mayor beneficio será contar con la experiencia de primera mano sobre cómo se ce el país desde afuera y que cambios puede hacer para mejorar las cosas. En este caso, paciencia y serenidad son convenientes, démosle tiempo.
Fuerte polémica han causado los viajes al extranjero del presidente electo Sin embargo, no debe perderse de vista que uno de los mayores valores de la democracia es precisamente la renovación de las personas, y con ello, el cambio de “preferencias” de un gobierno. Esto es, si al presidente en turno, como el caso de Luis Echeverría, le gustaban las aguas de frutas, esta tendencia se usaba por todo el país y se genera una moda. Si el Presidente prefería las guayaberas como el caso de López Portillo, esta prenda se vuelve un referente nacional.
Pero lo que es cierto para esas trivialidades, es mucho más cierto para enfoques políticos. Así, Solidaridad, Progresa y Oportunidades son un mismo programa, pero con énfasis diferentes en ciertos aspectos: uno privilegiaba el trabajo comunitario, otro el apoyo a niñas, uno más vincular salud y educación con la beca y otro ya considera que algunos becarios han llegado a la Universidad y hay que apoyarlos más.
Esto también influye en la política exterior: los panistas preferían mantenerse alejados de Cuba o señalar sus violaciones a derechos humanos, lo que tensó las relaciones con esa Isla; tomar cierta distancia de los regímenes de izquierda electa o de ciertas posiciones de esos regímenes. Con la llegada del priísta se verán cambios.
Hay temas realmente de fondo en los cuales una interacción personal o un contacto directo pueden reemplazar horas y horas de negociación telefónica o suplir eficientemente el enviar decenas de documentos. Por ejemplo, tanto Brasil como Argentina han cerrado sus fronteras a la importación de autos mexicanos, aduciendo que tras muchos años de tener superávit, México los ha rebasado y ahora tienen déficit. Y si bien esto puede plantearse a niveles diplomáticos o documentales, un encuentro personal ayudará a negociar con mayor facilidad este tipo de temas y a ampliar al presidente entrante su comprensión de los porqués de ciertas acciones que deben ser políticas de Estado.
Sí, es posible que Enrique Peña Nieto traiga pocos resultados reales de sus primeros viajes. Sin embargo, consideramos que el mayor beneficio será contar con la experiencia de primera mano sobre cómo se ce el país desde afuera y que cambios puede hacer para mejorar las cosas. En este caso, paciencia y serenidad son convenientes, démosle tiempo.
Gonzalo J. Suárez,
Editor Dichos y Bichos.
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