Banco de México han marcado que septiembre fue el mes más alto en dos años y medio, al pasar de 4.75% y que en la primera quincena de octubre se observó en 4.66%. Sin embargo, esta preocupación debiera ser menor.
Muchos análisis dicen que tal repunte se debe, de manera especial, al aumento del precio del huevo. Es cierto que esté más que duplicó su valor en pocos meses, pero el punto más alto ya ha pasado y el efecto debió haberse dispersado para este momento.
La verdad es que Indice de Precios al Consumidor (INPC) del Banco de México contiene una muestra de más de 10,000 productos en más de 52 ciudades, por lo que el aumento de un solo producto, así sea de alto consumo y un insumo importante en otros productos, no basta para generar un impacto inflacionario tan alto. Pero si justifica algunos aumentos. Un dato: una panadería cercana a mi oficina vendía las baguettes en $10 y otras piezas de pan en $4.00. Tras la crisis del huevo, el mismo producto subió a $12 y $5.00 respectivamente, y me comentan que sus ventas han bajado. Dudo que el 20% del costo sea el huevo, por lo que en realidad aprovecharon la oportunidad para elevar sus precios, ganar más y compensar los aumentos acumulados de otros insumos (como el gas) acusando al huevo.
Sin embargo, los que venden tacos, tamales, fruta picada y otros alimentos preparados cerca, no afectaron sus precios por la escalada del precio del huevo. Es decir, los dejó indiferentes. Sin embargo, si reportan aumento en sus ventas, pues al subir el pan sus artículos, al mismo precio, tuvieron una mayor demanda.
La verdad es que, si bien inflación del último mes es la más alta en dos meses y medio, en realidad no hay mucho de qué preocuparse: el valor es menor al 5% anualizado, lo que comparado con los países que tienen verdaderamente alta inflación, como Venezuela o Argentina, que rebasan el 40% al año, o el caso de México en 1987 en que llegamos al 157% anual, hacer que nuestro “problema” inflacionario lo sea porque es cercano y porque es nuestro, no porque sea un verdadero problema del cual preocuparnos.
Gonzalo J. Suárez P.
@gjsuap
Editor Dichos y Bichos.
Hay mucha preocupación porque la medición de inflación del Muchos análisis dicen que tal repunte se debe, de manera especial, al aumento del precio del huevo. Es cierto que esté más que duplicó su valor en pocos meses, pero el punto más alto ya ha pasado y el efecto debió haberse dispersado para este momento.
La verdad es que Indice de Precios al Consumidor (INPC) del Banco de México contiene una muestra de más de 10,000 productos en más de 52 ciudades, por lo que el aumento de un solo producto, así sea de alto consumo y un insumo importante en otros productos, no basta para generar un impacto inflacionario tan alto. Pero si justifica algunos aumentos. Un dato: una panadería cercana a mi oficina vendía las baguettes en $10 y otras piezas de pan en $4.00. Tras la crisis del huevo, el mismo producto subió a $12 y $5.00 respectivamente, y me comentan que sus ventas han bajado. Dudo que el 20% del costo sea el huevo, por lo que en realidad aprovecharon la oportunidad para elevar sus precios, ganar más y compensar los aumentos acumulados de otros insumos (como el gas) acusando al huevo.
Sin embargo, los que venden tacos, tamales, fruta picada y otros alimentos preparados cerca, no afectaron sus precios por la escalada del precio del huevo. Es decir, los dejó indiferentes. Sin embargo, si reportan aumento en sus ventas, pues al subir el pan sus artículos, al mismo precio, tuvieron una mayor demanda.
La verdad es que, si bien inflación del último mes es la más alta en dos meses y medio, en realidad no hay mucho de qué preocuparse: el valor es menor al 5% anualizado, lo que comparado con los países que tienen verdaderamente alta inflación, como Venezuela o Argentina, que rebasan el 40% al año, o el caso de México en 1987 en que llegamos al 157% anual, hacer que nuestro “problema” inflacionario lo sea porque es cercano y porque es nuestro, no porque sea un verdadero problema del cual preocuparnos.
Gonzalo J. Suárez P.
@gjsuap
Editor Dichos y Bichos.