El gobierno de Estados Unidos, sorprendido por el fallido ataque contra un avión con 290 ocupantes, se cuestionó este lunes por las fallas de seguridad que permitieron al agresor nigeriano entrar a su territorio con visado pese a que aparecía en una lista de sospechosos.
El asunto centra la atención de las autoridades mientras se espera un pronunciamiento del presidente Barack Obama, de vacaciones en Hawai, quien no aparece en público desde el viernes de Navidad, cuando se registró el fallido ataque.
El joven nigeriano que intentó hacer volar el avión con 290 ocupantes de la compañía Northwest, que aterrizó en Detroit procedente de Amsterdam, puso en entredicho las medidas de seguridad en los vuelos impuestas desde los mortíferos atentados de 2001.
Al igual que en esa oportunidad, los controles fueron reforzados, ocasionando retrasos en el tránsito por los principales aeropuertos -donde se observan largas colas- y de algunos vuelos en plena temporada de vacaciones del fin de año.
El nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, quien fue doblegado por los pasajeros y sufrió quemaduras en su intento de activar el explosivo, ingresó a territorio estadounidense con visado pese a que figuraba en una lista de sospechosos de terrorismo, emitida en junio de 2008.
La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, se preguntó este lunes cómo las autoridades no revocaron el permiso de entrada.
“Todos queremos saber la respuesta a esa pregunta”, dijo Janet Napolitano a la cadena CNN.
Ese asunto “será parte del proceso (de revisión) que conduciremos bajo la dirección del presidente durante los próximos días y semanas”, agregó.
Napolitano reiteró que a su juicio hubo fallas en el sistema para evitar que la gente considerada peligrosa no suba a los aviones.
“Queremos solucionar ese problema”, afirmó.
Abdulmutallab aparecía en una lista general de vigilancia conocida como TIDE, que contiene unos 550.000 nombres pero no prohíbe de manera automática tomar vuelos aéreos internacionales.
La lista de prohibición de vuelo, más estricta, incluye unos 4.000 nombres.
Sin embargo, el nigeriano sí tenía prohibida la entrada al Reino Unido desde que le fuera denegada una nueva visa de estudiante, indicó este lunes el ministro británico del Interior.
Agregó que sospecha que el hombre no actuó solo, e indicó que la policía británica trataba de determinar “lo que pasó cuando estuvo en este país, si se radicalizó en este país, si tuvo vínculos con alguien que podría estar detrás de este complot”.
La familia de Abdulmutallab indicó asimismo en un comunicado que el padre del presunto terrorista alertó incluso a agencias de seguridad extranjeras.
Una fuente oficial norteamericana indicó durante el fin de semana a la AFP que el padre de Umar Faruk Abdulmutallab estaba tan preocupado por la radicalización religiosa de su hijo que había advertido a la embajada de Estados Unidos en Abuja.
En cambio, un portavoz de la policía nigeriana declaró el lunes que el padre de Abdulmutallab no la alertó antes de que tuviera lugar la tentativa de atentado.
El domingo, la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, dijo que “no hay indicios” de que el frustrado atentado sea parte de un plan mayor, y que sería “inapropiado” especular sobre nexos con Al-Qaida.