El crecimiento económico de EEUU se desaceleró en el cuarto trimestre de 2015, debido a una caída de las inversiones de las empresas y a un freno en el gasto de los consumidores, según una primera estimación del Departamento de Comercio publicada este viernes.
De octubre a diciembre, el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense creció un 0,7% interanual, en cifras ya corregidas por las variaciones estacionales, frente al 2% del tercer trimestre. Los analistas esperaban una expansión del PIB de un 0,9%. En todo 2015, el crecimiento fue del 2,4%, igual que en 2014.
Pese a un suave inicio del invierno, los gastos de consumo -que constituyen dos terceras partes del PIB estadounidense- no aumentaron más que en un 2,2%, tras haber registrado un aumento del 3% en el trimestre precedente.
Por segundo trimestre consecutivo las inversiones de las empresas se han comportado a la baja (-2,5%). Esto ha tenido un impacto negativo de 0,4 puntos en el crecimiento de los últimos meses del año.
La caída de los precios del petróleo golpeó al sector de producción del crudo, cuyas inversiones en infraestructura se desplomaron en un 38,7% en el trimestre.
El comercio exterior, otro sector que pesa fuertemente sobre el crecimiento económico, se vio afectado por la revalorización del dólar a nivel mundial, que hizo menos competitivos los precios de las exportaciones estadounidenses. Las ventas de bienes y mercancías al exterior retrocedieron un 2,5% tras haber crecido un 0,7% en el tercer trimestre.
Mientras tanto, las importaciones también se desaceleraron subiendo solamente un 1,1%. La balanza comercial ha costado 0,47 puntos de crecimiento en el PIB durante el trimestre y un 0,66 durante el conjunto de 2015.
A esto se agrega en el último trimestre un debilitamiento del gasto público, sobre todo a nivel de los estados y de los gobiernos locales, que no aumentaron sino un 0,7% frente al 1,8% que habían crecido en el trimestre anterior.