El proceso electoral en México aún no comienza oficialmente y ya viene teñido de sangre. Al menos 33 personas del mundo de la política, una gran parte de ellos aspirantes a algún cargo en los comicios del próximo 2 de junio, han sido asesinados en los dos primeros meses de 2024. Las estadísticas han empezado a prender alertas, por temor a que las elecciones de este año se conviertan en las más violentas de la historia del país, unas cifras que se suelen superar en cada cita a las urnas. Solo este lunes asesinaron a dos candidatos a la presidencia municipal de Maravatío, en Michoacán. La campaña arranca este viernes y los ataques no han parado de arreciar. Quienes llevan el recuento de la violencia señalan que además de los homicidios, se han registrado secuestros, desapariciones, balaceras y amenazas de muerte por lo menos en 14 Estados.
La inseguridad en México, una de las asignaturas pendientes del presidente Andrés Manuel López Obrador, enfrenta uno de esos momentos políticos en los que florece con mayor fuerza. México elige este año 20.708 cargos públicos, entre Presidencia, gubernaturas, Congresos locales y federal, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas. Y con los comicios, suele recrudecerse las cifras de la violencia.