“Me gusta que me digan dipuhooligan porque es de más caché que dipuporro, además porro no soy porque no estudié”, confesó el asambleísta del PRI Cristian Vargas, ante los calificativos que ha recibido por los incidentes violentos protagonizados en el primer mes de labores de la ALDF.
El priista, quien está en “el ojo del huracán” por sus acciones que lo podrían llevar hasta el desafuero, comentó que sólo estudió hasta el segundo semestre de bachillerato, en la Preparatoria número tres de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estudios que tuvo que abandonar porque se dedicó al trabajo social casa por casa desde 2001, señala.
En entrevista dijo que cuenta con 24 años de edad y los arranques que ha tenido forman parte de su temperamento.
El romper una puerta de cristal para invadir una oficina del recinto alterno de la ALDF y provocar un zafarrancho con una bicicleta en la comparecencia de la secretaria de Medio Ambiente, “son por la juventud y acciones de un partido de oposición combativo”, sostuvo.
Sin embargo, aseguró que su trabajo será legislativo, no sólo del escándalo. “Vamos a hacer trabajo legislativo que a todos va a dejar un buen sabor de boca, en temas de el agua y jóvenes”, explicó. Por ello, dijo, vamos a exigir que el Instituto de la Juventud sea dirigido por alguien joven.
Aunque sostuvo que su principal motivo de ingresar a la política es el de ayudar a cambiar la vida de muchos ciudadanos, sobre todo los más desprotegidos, que son utilizados por el gobierno capitalino con los programas sociales.
Programas que apoya, siempre y cuando sean transparentes y realmente lleguen a quienes lo necesitan, indicó.
“Por querer cambiar la vida de muchos ciudadanos, entre a la actividad social política, porque es muy lamentable que el gobierno perredista se olvide de la gente más necesitada. “Son los olvidados de esta administración de Marcelo Ebrard, porque les dan dádivas, pero les cobran muchos impuestos, se debería hacer algo equitativo”, apuntó.
Aseguró que no teme al desafuero, porque la gente respalda su actitud e incluso ha recibido apoyo luego de los actos violentos que ha provocado en la Asamblea.
Porque conocen que es un luchador social y el ayudar a los más necesitados lo hizo afiliarse a las filas del PRI desde muy chavo, en 1999, mencionó.
“Mi labor social la he hecho calle por calle, casa por casa y donde no me abrían regresaba al siguiente día.
“Siempre he tenido contacto directo con los ciudadanos, desde el año 2001 ya estábamos trabajando en el VIII Distrito capitalino, gestionando ante la delegación soluciones a problemas como baches, alumbrado y poda.
“De ahí se hizo un gran trabajo que la ciudadanía reconocía y por eso no utilice el corporativismos que usó en su momento el PRD en el VIII Distrito de la Gustavo A. Madero, por eso siempre me recibieron bien y gané mi curul”, contestó entre risas.
Asimismo, subrayó que no está arrepentido de haber dejado la escuela, porque se sigue preparando leyendo muchos documentos. Adelantó que su aspiración después de la ALDF, no será una diputación federal, sino la jefatura delegacional de la Gustavo A. Madero