Apreciable lector, no crea que esta columna se volverá futbolera y empezaremos a â??analizarâ? el desempeño y escándalos de nuestra â??honorableâ? y siempre â??satisfactoriaâ? Selección Mexicana de Futbol en sus múltiples facetas. Me refiero más bien al juego de la polÃtica mexicana.
El pasado 3 de Julio, se efectuaron elecciones en 4 Estados de la Republica: Estado de México, Nayarit, Coahuila e Hidalgo. En este último solo se eligieron presidentes municipales y en los tres restantes gobernador. También sabemos ya que en estas elecciones el PRI arraso en mencionadas elecciones en al menos 2 de los estados en juego, Coahuila y Estado de México, en las cuales los restantes partidos contendientes tuvieron que repartirse de menos la mitad de la votación. También es sabido que hubo grandes niveles de abstencionismo, por lo que yo realmente considero que fue el gran vencedor.
Durante la cruda electoral, candidatos, presidentes de partido, secretarios, gobernadores y demás polÃticos que comulgan o militan en el bando perdedor, han criticado el triunfo tan avasallante en algunos casos del Partido Revolucionario Institucional.
Y lejos de aceptar sus propias culpas, los polÃticos, han empezado a culpar a la gente de venderse por una torta y un refresco, despensas, dinero, etc. Las mismas viejas métodos que conocimos por 70 años, con el PRI y que lamentablemente los demás partidos siguieron practicando los últimos 11 años (Me entere situaciones similares con el PRD y Convergencia en 2009, y supe de muchas más del PAN, PRI y PRD con todos sus cuates en 2006).
Los polÃticos nuevamente están demostrando que lo que menos les importamos somos los ciudadanos que pretenden gobernar. Ponen el juego de la polÃtica *Elecciones*, ponen las reglas *COFIPE* (ya que el legislativo las crea y las modifica, disque consultando al ciudadano, pero obedeciendo a sus partidos) y ponen el árbitro *IFE* (nuevamente, el legislativo elige a los consejeros del IFE, del cual nos deben todavÃa la elección de 3 consejeros desde el año pasado), y sin embargo, si el resultado no les favorece, culpan al ciudadano de no razonar y de elegir lo peor para él, incluso de venderse.
Creo no equivocarme, que vivimos en una época, en la cual ya no tan fácilmente se nos engaña, ni se nos compra con una torta y un refresco. Si tomamos en cuenta que la mayorÃa de la población es urbana (no menosprecio a la población rural, pero sabemos que su nivel educativo es mucho menor) no creo que fuese comprada su conciencia tan fácilmente.
Acaso, aprecia lector ¿Es usted cómo piensan nuestros polÃticos que somos?
Soy Juan Santiago González, Analista amateur de polÃtica y economÃa, mejor conocido en internet como Lyrul (Twitter: @Lyrul)
felicidades , excelente tu columna