¿Cual fue la debacle del PAN?, ¿a qué se debe que Acción Nacional, tuviera tal caída?, ¿el Revolucionario Institucional, hizo actos de magia?
La verdad es que Acción Nacional lleva 9 años, mostrando que de saber gobernar, que tener visión política, capacidad administrativa del poder y tacto social, tiene muy poco.
El PAN se convirtió en lo que siempre había venido criticando, un PRI de a usanza antigua.
¿Porque?, simple, le vino a fallar el mantener identidad, primero Vicente Fox quien comenzó una carrea presidencial dos años antes y nos mostro que el respeto al voto era posible en una democracia que apenas, comenzábamos a conocer mas allá del término en libro; pero lamentablemente jamás gobernó, lamentablemente jamás dejo ver interés por olvidar la campaña electoral y ya llevar el destino del país.
No lo hizo.
Pero Felipe Calderón, no fue menos o ha sido y quien sabe si será, ya que el llegar y tomar por asalto la dirigencia del partido con su esbirro que “renuncio” por vergüenza, su vergüenza fue mas grande que su boca, Germán Martínez; poniendo, imponiendo, forzando a Fernando Elizondo para gobernar Nuevo León; moviendo a diestra y siniestra a candidatos y personas para implantar amigos y colaboradores en cargos públicos en lugar de respetar la línea de acceso ganado con militancia y trabajo.
Esa, esa es la peor debacle de un partido que siempre critico, señaló y dijo jamás haría algo como lo del viejo PRI… y está haciendo.
No se reflejo, de lo hecho por López Obrador en el PRD.
Mi querido amigo, la vida de los partidos es como la de los individuos, no todo son glorias y a veces, como es el caso, los fracasos acaban siendo grandes aprendizajes. A los priistas les tomó casi un siglo aprender los entretejes del poder y al final del dÃa toda su “sabidurÃa” terminó por hundirlos, están de vuelta a costa de los errores de los demás, no de sus propios aciertos, no obstante, quiero dejar el verdadero aprendizaje de todo esto y es que el poder no sólo debe tener una lógica, eso ya lo aprendió Calderón, sino también y principalmente debe tener una ética. UN PRESIDENTE DE LA REPÃ?BLICA NO DEBE METERSE EN LA VIDA INSTITUCIONAL DEL PARTIDO, NO IMPORTA QUÃ? TAN TENTADOR SEA Y UN PARTIDO CON REPRESENTACIÃ?N NO DEBE TENER UN EJERCICIO ALEJADO DE LA AGENDA PRESIDENCIAL. Debe haber un equilibrio, y nadie parece entender esa lógica.