En su primera audiencia a un jefe de Estado, el Papa Francisco almorzó con Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina y que caray, con quien ha tenido diferencias bastante profundas desde hace años.
De hecho el Sumo Pontífice Francisco saludó a la mandataria con un beso en una reunión con ambiente informal, dejando de lado sus controversias y queriendo pasar ya los tragos amargos que desde siempre han tenido.
El Papa Francisco dijo que las mujeres no están para mandar, en clara alusión a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; pero la presidenta Argentina no se esperaba que uno de sus críticos fuera convertirse en Papa como lo es el Papa Francisco.
Es momento de limar asperezas y dar vuelta a la página, quizá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner podría tener en el Papa Francisco un aliado si sabe mover bien sus cartas.