El paradigma de la marihuana en Estados Unidos, los bancos no reciben dinero de su venta. Una oficina hasta hace poco desocupada del Departamento de Ingresos Públicos de Oregon ha sido transformada en una minifortaleza.
Los empleados se sientan detrás de vidrios a prueba de balas en una ventanilla a la que no tiene acceso el público en general. El lugar es vigilado por policías jubilados contratados especialmente y hay cámaras que enfocan todos los pasillos.
La oficina, que tiene un presupuesto de 3,5 millones de dólares, fue creada luego de que el estado de Oregon legalizase la venta de marihuana y es parecida a otras que funcionan en Colorado y Washington, donde la droga también es legal. Su única función es cobrar los impuestos a los comerciantes que venden marihuana, quienes pagan en efectivo ya que la mayoría de las instituciones bancarias se niegan a recibir su dinero.
Fue necesario tomar esas medidas por razones de seguridad, pero hay estadísticas que indican que las cosas podrían estar cambiando. Datos del gobierno revelan que cada vez hay más bancos y cooperativas de crédito dispuestas a recibir ese dinero. El mes pasado había 301, comparado con las 51 de marzo del 2014.
Más de tres años después de que Washington comenzase a vender marihuana legalmente, la mayoría de los comercios paga sus impuestos electrónicamente, lo que revela que han podido abrir cuentas bancarias. De hecho, el estado se apresta a hacer obligatorio el pago electrónico a menos que un comercio pueda justificar de algún modo convincente el pago en efectivo.
“Ya no recibo llamadas de personas que me dicen ‘estoy abriendo un negocio y no encuentro un banco que acepte mi cuenta”’, expresó Robert McVay, abogado de Seattle especializado en ese tipo de negocios.
El hecho de que las leyes federales sigan considerando ilegal la venta de marihuana plantea serios obstáculos a los comerciantes de los estados donde la marihuana es legal, quienes no pueden aceptar pagos con tarjetas de crédito o débito porque esas empresas temen ser acusadas de lavado de dinero.
Muchos negocios de Washington, Colorado y Oregon, los únicos estados donde es legal la venta de marihuana con fines recreativos, y así como los estados con dispensarios de marihuana con fines médicos, tienen cajeros automáticos en sus locales para facilitar las transacciones en efectivo.
Los negocios de venta de marihuana generalmente abren cuentas en cooperativas de crédito, que ofrecen menos servicios que los bancos a los comercios. Es difícil conseguir préstamos, aunque algunos los obtienen usando propiedades como garantía, en lugar del inventario.
Hace dos años, el Departamento del Tesoro autorizó a los bancos a hacer negocios con comercios que venden marihuana legalmente, tratando de asegurarse de que los clientes cumplen con todas las leyes.
Se le pide a los bancos que revisen las licencias de los negocios, recaben información sobre su funcionamiento y los productos que venden y estén pendientes de cualquier información negativa que pueda circular.
Para facilitarles las cosas, las autoridades de Washington están difundiendo por internet información sobre las ventas de los agricultores, vendedores y procesadores licenciados para negociar marihuana, lo mismo que cualquier multa o llamado de atención a quienes cometen infracciones.
La idea era ayudar a los bancos y cooperativas de crédito a detectar cualquier actividad ilegal.
Oregon y Colorado no han seguido los pasos de Washington y no difunden lo que pagan los vendedores de marihuana en impuestos.
En diciembre del año pasado solo el 10% de los pagos de impuestos de los negocios de marihuana fueron en efectivo. Tres cuartas partes de los impuestos de Washington en los dos primeros meses del 2016 fueron en efectivo o con cheques, según las autoridades.
Mientras que Oregon no está en condiciones de recibir pagos electrónicos de impuestos y se propone reforzar las medidas de seguridad de los sitios que reciben los pagos en efectivo, Washington autorizó el pago electrónico obligatorio, aunque no se sabe cuándo entrará en vigor esa iniciativa.
Brian Smith, vocero de la Liquor and Cannabis Board, la junta que supervisa el comercio de la marihuana en Washington, dice que esa dependencia quiere limitar la cantidad de efectivo que llega a esa oficina “por razones de seguridad pública”.
La industria de la marihuana espera que el gobierno federal resuelva el tema del acceso a los bancos y confía en que se avance en esa dirección si California aprueba en noviembre la venta de marihuana con fines recreativos, ya que aumentaría la presión sobre Washington.
“Hay que manejar este tema con cordura”, sostuvo Beau Whitney, economista de Portland que representa a un dispensario local. “En algún momento esta va a ser una industria demasiado grande como para ser ignorada”.