El dar a conocer las cifras de las caídas en ventas de automóviles por parte del departamento de comercio y que, cuadren con las mismas de las armadoras en Estados Unidos, es un golpe anímico muy fuerte para todos.
En esta guerra que se esta llevando acabo en el mundo contra la crisis económica, tiene a propios y extraños redoblando esfuerzos, el mismísimo presidente electo y casi en funciones Barak Obama, esta cabildeando aun antes de entrar a la casa blanca, su plan de estímulos fiscales el cual no tenemos idea de que contenga pero si estamos seguros que se necesita ya que la economía norteamericana esta en una depresión profunda y que lleva poco menos de un año.
Aun se recuerdan las voces de un servidor y mi amigo Juan Santiago, diciendo que en el primer trimestre del año pasado era ya seguro estábamos en recesion en la economía de las barras y estrellas, mofándose algunos.
Imaginen, las armadoras de autos solamente en el mes de diciembre cierran con caídas en sus ventas del tenor del 27 por ciento generalizado en promedio, pero eso se traduce en reducción del precio de sus acciones y por ende, en quiebra de sus firmas o, agresivos planes de re restructuración lo que comprende paros escalonados y forzosos o recortes de personal incrementando el desempleo.
Pero si usted cree que solamente el triunvirato de Detroit esta mal, Toyota, Honda y Mitsubishi han mencionado que sus ventas han caído llevándoles a pensar en detener líneas de producción.
Esperemos ver el plan de estímulos fiscales y no sea solo una aspirina para un enfermo muy grave.