El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró este viernes que la crisis en Honduras no es fácil de resolver, en una rueda de prensa ofrecida al concluirse la cumbre del G8 de L’Aquila (Italia).
“Esas cosas, muchas veces llevan días (para resolverse). Si fuese fácil ya se habría resuelto (el golpe de Estado)”, declaró Lula, al ser interrogado sobre la situación en Honduras.
Las delegaciones del gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y del presidente destituido, Manuel Zelaya, tienen previsto reunirse este viernes en San José, luego de que ambos pasaran el jueves por la capital costarricense sin verse y con magros avances hacia un acuerdo a corto plazo.
La víspera, Lula y el presidente mexicano, Felipe Calderón, condenaron desde L’Aquila “el golpe de Estado” en Honduras y acordaron trabajar “para fortalecer la unidad latinoamericana”.