“Dicen que aterrizará en el aeropuerto de San Pedro Sula”… “¡Que venga! ¡Aquí mismo lo van a enchuchar!”… “No, vendrá, pero vendrá por tierra, clandestino, a través de las montañas de Olancho”… “Yo, honestamente, creo que ya no viene”… “Dicen que Mel entrará desde Choluteca”…
Desde el golpe militar del pasado 28 de junio, la gente en las calles de Honduras no puede ocultar su cansancio y su ansiedad ante este escenario que ven totalmente incierto y plagado de rumores.
La cobertura informativa tampoco parece ayudar a los hondureños a entender lo que ocurre.
“Si uno mira televisión, sólo hay cadena nacional del gobierno. Si tiene (televisión por) cable, pues le quitan los canales de noticias. Los diarios no dicen nada. El toque de queda no acaba… Y yo digo por qué no dejan entrar a Zelaya y se acaba esto de una vez, pues”, le dijo a BBC Mundo una mujer que esperaba el transporte público en Tegucigalpa.
Pero no todos esperan con ansias el regreso de Zelaya al país.
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Amílcar Bulnes, señalo a BBC Mundo que el presidente depuesto puede retornar, pero para acudir ante la justicia.
“Las autoridades están totalmente de acuerdo que regrese siempre y cuando se ponga a la orden de los tribunales”, dijo Bulnes.
“Además, le garantizan un juicio justo, seguridad completa con organismos internacionales. Esa es la posición de las autoridades legítimas del país”, precisó el dirigente empresarial.
Pese al anuncio hecho por la Unión Europea (UE), que suspende los aportes financieros por valor de US$90 millones, el COHEP no pierde confianza porque “el aparato del Estado está trabajando a todo vapor con el sector privado, mientras las exportaciones se mantienen, la banca tiene muchos recursos y las líneas de crédito de la banca están vigentes”.
“Yo pienso que esto va a tender a normalizarse en los próximos días. A estas alturas sería una necedad continuar en una situación que ya es un hecho consumado”, concluyó Bulnes.
La mediación (de Oscar Arias) era un proceso dilatorio y sabíamos que iba a ser boicoteado por el gobierno golpista
Desde la otra orilla ideológica, la dirigencia del Bloque Popular, que aglutina a todos los sectores de la sociedad civil que respaldan a Zelaya, dijo que aumentará la presión social en contra del gobierno de facto de Roberto Micheletti.
Carlos H. Reina, coordinador de la movilización que este lunes se concentró frente al Congreso nacional, afirmó a BBC Mundo que “la mediación (de Oscar Arias) era un proceso dilatorio y sabíamos que iba a ser boicoteado por el gobierno golpista”.
“Decidimos venir a hacer un plantón acá al Congreso Nacional y al mismo tiempo a conmemorar a nuestro cacique Lempira”.
“Anunciamos que para los días jueves y viernes de esta semana hay acciones fuertes en las distintas regiones del país para seguir con nuestra agenda de resistir”, anunció Reina