El triunfo de la ‘drag queen’ Conchita Wurst en el Festival de la Canción Eurovisión, ha venido a generar una serie de posiciones encontradas en Europa y abrió la puerta a un debate sobre la tolerancia.
¿Hay que aceptar la tolerancia como es o ponerle limites?
Conchita Wurst fue recibida en Austria como una heroína después de que la barbuda drag queen ganara el Festival de Eurovisión el pasado sábado y ella misma califica todo como el sueño a la tolerancia en el viejo continente, pero hay posiciones radicales no tan contentas con su triunfo.
Con tacones altos, un vestido ajustado, mariposas en las pestañas y barba, Wurst —cuyo nombre real es Tom Neuwirth— consiguió una victoria clara con su balada Rise Like a Phoenix ante una audiencia global de 180 millones de personas en 45 países.
Hubo naciones en las cuales el triunfo de Conchita Wurst ha sido tan provocativo que simplemente es el tema de los chismes de esta semana y de quien si y quien no puede tener una imagen televisiva tan difundida como la propia Conchita Wurst en el Festival de la Canción Eurovisión.
¿Usted que opina?