Dos guardias civiles murieron este jueves al estallar un coche bomba frente a un cuartel de la Guardia Civil en Mallorca (este de España), en un atentado que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, atribuyó a la organización independentista armada vasca ETA. En una intervención en Madrid, Zapatero subrayó que este “atentado criminal”, en el que dos agentes “fueron asesinados por ETA”, se produce “en un momento en el que la acción decidida de la Guardia Civil y la policía nacional, con la colaboración de las fuerzas de seguridad francesas, golpea como nunca a la banda terrorista”.
La explosión se produjo frente al cuartel de la institución en la localidad costera de Palmanova, en el municipio de Calviá, cerca de la capital de las islas Baleares, Palma de Mallorca, en una zona muy turística donde hay numerosos hoteles. El tipo de artefacto que originó la explosión no está claro.
Un testigo relató a la Radio Nacional de España que vio “un todoterreno que había volado por los aires” y “una columna de humo” frente al cuartel de la Guardia Civil, zona que “está acordonada”.
Los fallecidos son dos agentes de 27 y 28 años que iban vestidos de paisano, añaden. Horas después del atentado, la policía desactivó una bomba adosada a un vehículo de la Guardia Civil cerca del lugar del atentado, indicó a la AFP esa institución, tras haber trazado un amplio perímetro en la zona por sospechar que había otro vehículo.
El ministerio del Interior ordenó el cierre durante unas dos horas del aeropuerto de Palma de Mallorca, el tercero de España por tráfico de pasajeros (22,8 millones de viajeros en 2008), y prohibió también las salidas por mar de la isla ante la posibilidad de que los autores se encontraran en la isla, dentro de la operación policial “Jaula”. El objetivo era impedir la “huida de los terroristas” si se encontraban en la isla, explicaron.
La familia real española pasa sus vacaciones en Mallorca, en el palacio de Marivent, a unos 8 kilómetros del lugar del atentado, aunque este jueves ni los Reyes ni el príncipe heredero, Felipe de Borbón, se encontraban allí. La organización independentista armada vasca ETA intentó atentar contra el rey Juan Carlos I en 1995 en Palma de Mallorca.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajó a la isla para “supervisar la investigación”, según fuentes gubernamentales. Varios ministros, el Congreso de los Diputados, la Comisión Europea y varios países como Francia y Brasil condenaron el atentado.
Se trata del segundo atentado de ETA en España en 24 horas. El miércoles, la explosión de una furgoneta bomba ante una casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos (norte) de madrugada, mientras sus ocupantes dormían, causó 64 heridos. La Guardia Civil es objetivo prioritario de ETA, junto con la policía y los militares españoles, los miembros el gobierno regional socialista vasco y miembros de los ayuntamientos, sobre todo.
Se da la circunstancia de que este viernes se cumplen 50 años de la creación de la organización, que ha matado a 828 personas en su lucha por la independencia del País Vasco. El último atentado mortal de ETA fue el pasado 19 junio, cuando un policía murió al estallar una bomba colocada en su coche cerca de Bilbao (norte).
La organización armada integra la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. ETA cumplió una tregua de algo más de un año, que concluyó en junio de 2007, durante la cual el gobierno socialista español intentó negociar sin éxito el fin de la lucha armada.
Tras esa tregua reanudó sus atentados y desde entonces ha matado a nueve personas. Las policías española y francesa han detenido a decenas de sus miembros y a varios de sus jefes. Hace varias semanas la organización anunció que actualmente lleva a cabo una “reflexión” para ser más “eficaz”