El Via Crucis es el camino de la cruz que recorre Jesús coronado de espinas, cargando el travesaño donde será clavado en la cima del Monte Calvario. En el trayecto, recibe los insultos y azotes de la guardia romana, cae exhausto en tres ocasiones y vive el intenso dolor que su madre, MarÃa, sufre al presenciar su sacrificio público.
Es gracias a la fe y pasión con que los habitantes de Iztapalapa viven la Semana Santa, que las calles y plazas de la demarcación se transforman por estos DÃas Santos en la antigua Jerusalén, mientras que su Cerro de la Estrella (sÃmbolo del sincretismo cultural de esta demarcación, en el cual se representaba la ceremonia del Fuego Nuevo), se transforma en el Gólgota, donde esta escenificación tendrá su climax.
Actores y espectadores se funden y confunden en un mismo escenario que recuerda las últimas horas de vida de Jesús de Nazareth: la Ã?ltima Cena en compañÃa de sus discÃpulos, la traición de Judas, el martirio vivido por la salvación de la humanidad, la Crucifixión y Resurrección. En suma, el sustento de la fe cristiana, tan arraigada en el pueblo de los iztapalapenses.
Tributo al Señor de la Cuevita por detener la epidemia de cólera que azotó Iztapalapa, desde 1843 esta Representación es la más significativa de las que se llevan a cabo en la República Mexicana y sin duda, una de las más importantes a nivel mundial. SÃmbolo de identidad y fe de un pueblo que ante el avance de la modernidad, lucha por preservar sus costumbres y tradiciones