El voto en blanco no pretende dinamitar el sistema de partidos sino transformarlo y mejorar su funcionamiento, afirmó Denise Dresser, analista política.
Al poner en marcha los trabajos de la Asamblea Nacional por el Voto en Blanco, la única oradora del evento aseguró que este movimiento es espontáneo y representa el hartazgo hacia los abusos de la clase política y los partidos en México.
Dresser destacó que este movimiento surge en un contexto de desazón hacia la gobernabilidad democrática deficiente que prevalece en el país.
Los ciudadanos en general, dijo, ya no se sienten representados por los partidos políticos y sus principales figuras, además de que la impunidad ha minado las instituciones representativas de México