Los republicanos consiguieron el martes las primeras victorias claves en unas elecciones estadunidenses que podría desplazar a los demócratas del poder en el Congreso y poner freno a la agenda legislativa del presidente Barack Obama.
La ansiedad por la débil economía y el descontento con Obama han llevado a los republicanos al borde de enormes avances que podrían darles una mayoría en la Cámara de Representantes y quizás incluso en el Senado.
Los republicanos arrebataron a los demócratas su primer asiento en el Senado en Indiana y retuvieron un escaño senatorial en Kentucky, donde el republicano Rand Paul se convirtió en el primer candidato del movimiento conservador Tea Party que llega a la Cámara alta.
Los primeros centros de votación cerraron en seis estados, aunque podrían pasar horas antes de que se determinen muchos de los vencedores. La votación concluirá en otros estados del país en las próximas seis horas.
Sondeos de opinión y analistas independientes proyectan que los republicanos ganarán al menos 50 escaños adicionales en la Cámara de Representantes, mucho más que los 39 que necesitan para asumir su control y sacar de su cargo a la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi.
Más de 90 asientos demócratas están en peligro, de acuerdo al no partidista Cook Political Report.
Decenas de carreras serían demasiado reñidas para proyectar con certeza un ganador.
Los republicanos también está previsto que logren avances en el Senado, aunque parece más difícil -pero no imposible- que obtengan los 10 escaños que requieren para alcanzar la mayoría.
Para esto necesitan triunfar en siete de ocho reñidas carreras en todo el país.
El control republicano de incluso una cámara más en el Congreso daría paso a un mayor estancamiento legislativo, debilitando el poder de Obama en la lucha por extender recortes impositivos que pronto expirarán y la aprobación de iniciativas de ley sobre energía e inmigración.
Antes de que cerraran los primeros centros de votación, Pelosi arrojó dudas sobre las proyecciones de grandes avances republicanos el martes y dijo que los demócratas mantendrán el control de la Cámara baja.
“La gente debe hablar y esta elección no será determinada por los expertos”, dijo Pelosi a la prensa.
Las expectativas de ganancias para los republicanos empujaron el martes al alza a las acciones en la bolsa de valores, por la esperanza de que surja un Congreso más favorable hacia el mercado.
Los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 asientos del Senado y 37 gobernaciones estatales están en juego en la votación del martes.
Obama llegó al poder hace dos años apoyado por gente que esperaba que pudiese sacar a Estados Unidos de una profunda crisis económica, pero el alto desempleo y el creciente déficit presupuestario han hecho que muchos votantes se vuelvan en su contra.
La molestia entre el público permitió el ascenso del fenómeno político del Tea Party, que apoya un Gobierno más pequeño, menos impuestos y un gasto público reducido.
“La gente está enojada con el Gobierno de Obama, con eso de “la esperanza y el cambio””, dijo Nadine Leder, gerenta de ventas, en Milwaukee, Wisconsin, quien planeaba votar por los republicanos.
En un impulso final a la campaña, Obama dio entrevistas a estaciones de radio en varios estados en los que se disputan los comicios.
“Las cosas han mejorado durante los últimos años”, dijo a KPWR en Los Angeles.
“Sólo podremos mantenerlo si tengo algunos amigos y aliados en el Congreso y puestos legislativos”, apuntó.