“Somos votantes, no criminales”. Esta contundente frase acompaña uno de los anuncios que pretenden concienciar a la población latina de la importancia de su voto en las elecciones de mitad de periodo que se celebrarán el próximo martes 2 de noviembre en Estados Unidos.
El anuncio, financiado por asociaciones de hispanos de los estados de Nevada y Colorado, tiene como objetivo contrarrestar los mensajes contra los inmigrantes ilegales difundidos por algunos candidatos conservadores que han provocado el temor a que leyes como la aprobada en Arizona se extiendan a otros estados del país.
Ese lema también es una respuesta a una campaña publicitaria de la asociación “Latinos por la Reforma” que pide a este colectivo que no acuda a las urnas para castigar al presidente Barack Obama por no haber aprobado la reforma migratoria.
Ambos anuncios son una muestra de cómo el voto hispano se ha convertido en uno de los principales temas de campaña en estados como Nevada, de unos dos millones de habitantes y situado en el oeste, donde los latinos pueden determinar el resultado de las elecciones en las que se renovará a la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y se elegirá a gobernadores.
En este estado, donde se espera que se dispute una de las batallas más reñidas entre Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, y la candidata republicana Sharron Angle, representante del conservador Tea Party, los votantes de origen latino, un 13% del total, están en el punto de mira de ambos partidos