La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo las investigaciones del asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú.
Tanto el tipo de armas usadas como las primeras evidencias recabadas, así como las declaraciones de testigos, permitieron a la PGR ejercer su facultad de atracción sobre el caso que conmocionó las esferas políticas y de seguridad en todo México.
La dependencia federal asumió de esta forma la dirección de las indagaciones sobre la ejecución del aspirante priísta, las cuales tienen como principal hipótesis la participación de miembros del cártel del Golfo o de Los Zetas en el crimen.
Las pesquisas del homicidio de Torre Cantú, cometido el pasado lunes y a cinco días de la contienda electoral, se orientan hacia la posibilidad de la afectación de intereses por parte del aspirante priísta hacia alguna de esas organizaciones criminales.
La muerte de Torre Cantú se produjo cuando un grupo de sicarios que viajaba en varios vehículos y que interceptó a las dos camionetas en las que se trasladaba la comitiva del candidato del PRI y él mismo, abrió fuego con rifles de asalto y casi a quemarropa sobre las víctimas.
El atentado, que se realizó a la altura del kilómetro 6.5 de la carretera Ciudad Victoria-Soto La Marina, en Tamaulipas, cobró también la vida del diputado local, Enrique Blackmore, además de los escoltas Luis Gerardo Subiate, Rubén López Zúñiga y Francisco López Catache.
El grupo agresor igualmente dejó lesionados de gravedad al secretario particular del candidato, Alejandro Martínez, a un familiar de mismo, Enrique de la Garza, y a los escoltas Aurelio Balleza y Dante Quiroz