El presidente Barack Obama imploró desde el sábado a los votantes que impidan un aluvión republicano, aduciendo que si el partido de oposición prevalece en las elecciones del martes todos los progresos de sus primeros dos años en el cargo podrían perderse.
Eso estaría bien, replicó el representante John Boehner, candidato a presidir la Cámara de Representantes si los republicanos toman control de la cámara baja, como se supone. Declaró que los “estadunidenses exigen una nueva marcha en Washington”.
Embarcado en una gira de fin de semana por cuatro estados, Obama admitió las dificultades que enfrentan los demócratas, la posibilidad de perder su cómoda mayoría en la Cámara de Representantes y posiblemente el Senado, como también gobernaciones.
Las cuatro escalas son en estados que dieron la victoria a Obama en el 2008: Pensilvania, Connecticut, Illinois y Ohio. Pero los candidatos demócratas para las dos cámaras y las gobernaciones enfrentan dura competencia en los cuatro y en otros estados, y Obama está haciendo un llamamiento de último momento para que el núcleo demócrata no los abandone.
“Es difícil aquí en Pensilvania, es difícil en toda la nación”, dijo Obama a centenares de voluntarios en la Universidad Temple en Filadelfia, una ciudad de inclinación demócrata que ha visitado a menudo.
La gira del fin de semana es la última de la temporada electoral para el presidente, mientras los republicanos esperan sólidas victorias el martes. La declinante popularidad de Obama ha limitado su capacidad para respaldar a los candidatos demócratas, y su agenda legislativa podría verse muy complicada si los republicanos toman control de la cámara baja, como muchos anticipan.
A menos que los votantes demócratas acudan en grandes números, dijo Obama, todos los progresos logrados en los dos últimos años podrían perderse.
Varios representantes demócratas de Pensilvania luchan por la supervivencia, al igual que el candidato al Senado, Joe Sestak. Los republicanos esperan ganar la gobernación.
Obama planeaba escalas más tarde el sábado en Bridgeport, Connecticut, y en Chicago. El domingo hablará en un mitin en Cleveland antes de regresar a Washington.
En su mensaje semanal por radio e Internet, Obama dijo que es hora de dejar de lado los partidismos. Pero su llamamiento a la unidad incluyó comentarios republicanos que calificó de inquietantes.
Boehner, el líder de la minoría en la cámara baja, “dijo que “éste no es el momento para compromisos””, dijo Obama. Agregó que el líder de la minoría en el Senado, Mitch Mcconnell, “dijo que su principal objetivo después de esta elección es sencillamente ganar la siguiente”.
“Sé que estamos en los días finales de una campaña”, afirmó el presidente en su mensaje semanal. “Por eso no es sorprendente ver esta encendida retórica. Es la política. Pero cuando se emitan los votos y concluya la votación, debemos dejar de lado este partidismo, ganemos, perdamos o empatemos”.