Las autoridades venezolanas detuvieron a una empleada doméstica y su hijo adolescente que estarían involucrados en el asesinato de una cantante de música folclórica venezolana. El crimen perpetrado en el estado central de Cojedes avivó el debate sobre la creciente violencia que azota el país.
En un comunicado divulgado el jueves, la Fiscalía General indicó que Petra Ramona Quiroz y su hijo de 15 años serán imputados por su presunta responsabilidad en la muerte de la cantante Elisa Guerrero, de 35 años.
El Ministerio Público dijo en el escrito que Quiroz, quien se desempeñaba como empleada de servicio doméstico, “habría facilitado información a su hijo sobre los objetos de valor que se encontraban en la vivienda de la artista”.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, el adolescente y otras personas ingresaron al inmueble en la madrugada del lunes. Cuando la cantante intentó salir a buscar ayuda recibió un tiro en el lado derecho del pecho.
La cantante de la música tradicional de los llanos venezolanos – que evoca la vida de los trabajadores del campo,- murió en un centro de salud de la localidad central de Tinaquillo, a unos 225 kilómetros al occidente de Caracas.
La muerte de Guerrero, quien era conocida en el mundo artístico como “La Veguera”, generó numerosas reacciones de colegas y seguidores que exigieron a las autoridades que hagan frente a la desbordada delincuencia.
El año pasado delincuentes asesinaron a la actriz y ex Miss Venezuela Mónica Spear y a su exmarido, un hecho que generó gran conmoción en el país.
Venezuela es uno de los países más violentos de la región, con una tasa de homicidios que según registros oficiales está en 39 por cada 100.000 habitantes, pero que de acuerdo con cálculos de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia cerró 2014 en 82 por cada 100.000 habitantes.