Engage Cuba, una de las principales organizaciones activistas que trabaja en Estados Unidos para poner fin a las restricciones comerciales y de viajes a la isla, confía en que el próximo año el Congreso legislará para levantar el embargo.
El presidente de Engage Cuba, James Williams, consideró que el 2016 va a ser muy importante para avanzar en el objetivo de descongelar las sanciones económicas a Cuba a fin de dar oportunidades tanto a empresas y ciudadanos estadunidenses como al pueblo cubano.
Destacó que el acuerdo de aviación comercial alcanzado entre Estados Unidos y Cuba esta semana “va a hacer una gran diferencia” para el esfuerzo de cabildeo en el Congreso estadunidense.
En entrevista con Notimex, Williams agregó que tanto la disposición del servicio de vuelos comerciales como el retiro a la prohibición de viajes, entre ellos los turísticos, serán una “herramienta importante para realmente levantar el embargo”.
La Casa Blanca ha trabajado en establecer una coalición bipartidista para desmantelar el embargo a Cuba parte por parte, comenzando con la prohibición de viajes.
El directivo resaltó los avances en el último año de la propuesta legislativa en el Congreso que levantaría dicha prohibición y autorizaría las visitas turísticas a la isla con el respaldo de casi la mitad del Senado y más de 20 republicanos en ambas cámaras.
Recordó el interés de la compañías estadunidenses por realizar negocios en Cuba destacando los sectores de turismo, agricultura, manufactura o telecomunicaciones, entre otros.
Agregó que el empresariado estadunidense se está moviendo más rápido que el gobierno cubano para aprobar su operación en la isla, particularmente en el sector de telecomunicaciones.
El directivo apuntó que después de 55 años de estancamiento y hostilidades entre los dos países, los progresos son “increíbles”, debido a la aceptación de la nueva política por una amplia mayoría del público de ambos países.
Desestimó que la campaña presidencial en Estados Unidos que llegará a su punto álgido en 2016, frene dichos avances en la normalización de relaciones.
Destacó que el levantamiento del embargo económico a Cuba ya no es un tema electoral y no representa una ganancia de votos para los candidatos republicanos.
En otras elecciones, el voto del exilio cubano en Florida que se oponía a cualquier acercamieto a la isla, ha respaldado a los candidatos presidenciales republicanos, sin embargo, las nuevas generaciones de cubano-estadunidenses ya no votan en bloque.
Williams subrayó además que los precandidatos punteros a la Casa Blanca: Hillary Clinton (demócrata) y Donald Trump (republicano) apoyan la apertura hacia Cuba.
“Con un 65 por ciento de la gente apoyando la apertura sería muy difícil para un presidente actuar unilateralmente en contra de los deseos de la mayoría”, agregó.
Williams hizo notar que los aspirantes presidenciales no han tocado el tema de Cuba en los debates presidenciales o en la campaña en New Hampshire, Iowa, Carolina del Sur, entidades donde a partir de febrero próximo se llevarán a cabo las elecciones primarias, que impactan en la votación general de noviembre.
Apuntó que existen grandes probabilidades de que se apruebe una legislación para levantar el embargo en 2016, aunque recordó que historicamente no se aprueban leyes en época electoral.
“Pero también estamos viviendo en tiempos inusuales con un Congreso inusual, así que creo que es posible si hacemos el trabajo bien”, remarcó con optimismo.
Confió en una aceleración “dramática” en el logro de acuerdos en un amplio rango de tópicos en el 2016, debido a que se han sentado los cimientos en primeras rondas de conversaciones.
Destacó que en días pasados se llevó a cabo el primer diálogo que dio inicio al proceso de negociaciones para las reclamaciones por bienes incautados a Estados Unidos tras la llegada de Fidel Castro al poder, así como la reparación de daños por el embargo por parte del gobierno cubano.
La ley estadunidense estipula que hasta que Cuba no cubra alrededor de 10 mil millones de dólares en reclamaciones de empresas y ciudadanos no podrá ser revocado el embargo económico hacia la isla.
En tanto, Cuba busca al menos 121 mil millones de dólares en reparaciones por los daños humanos y económicos causados por el aislamiento económico que le ocasionaron las sanciones.
William expresó su expectativa porque tanto el embargo como las reclamaciones se puedan decidir conjuntamente a través de un acuerdo bilateral.