La esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Emma Coronel, pidió hoy a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visite a su marido en prisión para frenar “la tortura psicológica” de la que dijo es víctima y que supuestamente pone en peligro su vida.
Sin embargo, el Comisionado Nacional de Seguridad de México, Renato Sales Heredia, rechazó de inmediato la queja Coronel y descartó que se suavicen en este momento las medidas especiales de su reclusión.
Sales Heredia sostuvo que desde mayo pasado cuando fue recluido en Ciudad Juárez, “El Chapo” ha recibido 33 visitas familiares y 11 visitas íntimas, así como las de sus abogados. “No está ni incomunicado ni maltratado, recibe la visita todos los días de un enfermero penitenciario que toma sus signos vitales y dos veces a la semana del médico”, indicó después de su intervención en un foro del capitalino Centro Woodrow Wilson.
Sales Heredia dejó en claro que Guzmán Loera está sujeto a “medidas de vigilancia especiales”, como el monitoreo permanente, porque así lo permite la Ley de Ejecución de Sanciones para las personas vinculadas a la delincuencia organizada.
“(Son) medidas de vigilancia especiales que no se van a relativizar (…), porque esta persona se ha fugado en dos ocasiones de un penal de alta seguridad”, aclaró.
Emma Coronel estuvo durante una hora y media en el interior de la CIDH, y en donde se reunió con miembros del Grupo de Protección del organismo para revisar en qué estado se encuentra una petición de medidas cautelares en la que se alerta del peligro que sufre la salud, vida e integridad de “El Chapo”.
Esa petición fue presentada ante la CIDH el 11 de mayo y hoy Coronel entregó a los funcionarios del organismo documentos adicionales, entre los que se encuentra un nuevo peritaje en donde un doctor asegura que “El Chapo” sufre estrés postraumático.
“Le trajimos más información sobre los peritajes que se hicieron el mes pasado, quisimos traer esa información para que la agregaran a la petición”, explicó Coronel a su salida del edificio de la CIDH.
Esta petición, dijo, busca proteger la salud de su esposo y no trata de retrasar ni impedir su extradición a Estados Unidos, país que lo reclama por delitos de narcotráfico, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero, entre otros.