Bueno, desde hace un par de semanas elementos de las fuerzas federales se ha visto que están haciendo actividades de inteligencia ya que en Sinaloa se han dado cuestiones que llevan no solo a actuar sino también hacerlo bien ya que pueden descubrirse varias cosas.
Elementos de la Policía Federal en coordinación con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), realizaron trabajos de búsqueda y localización en las inmediaciones del municipio de Culiacán y en la carretera Culiacán-Mazatlán, donde se detuvo al destinatario de un cargamento de una tonelada de cocaína negra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ocurrido el pasado 31 de agosto.
¿Interesante? Pues la pista ya la traen las fuerzas federales, ya que si lo vemos fríamente, esto muestra de que el aeropuerto internacional de la Ciudad de México tiene dueño y muestra un par de escenarios
1) sucede que la cocaína negra llega a las manos de las fuerzas federales ya que los dueños de las rutas del crimen organizado que dominan el aeropuerto entregaron la droga porque no era suya
O
2) el grupo del crimen organizado que domina el aeropuerto de la Ciudad de México es el mismo al que le incautaron la droga y está mostrando su dominio en el aeropuerto y el corazón del país
Hay que tener en cuenta que para pasar los controles policiales, los narcotraficantes manipulan la cocaína con alcaloides para hacerla cambiar de color, por ello mismo se llama cocaína negra, no parece cocaína pero al hacer la prueba química de tomar una muestra y ponerle un reactivo pinte, es cuando se tiene la certeza
Bueno, alguien tuvo mucho coraje de que le incautaran su droga en el aeropuerto, pero jamás imagino que el seguimiento a las investigaciones derivadas del aseguramiento, llevarían a las fuerzas federales trasladaron al estado de Sinaloa, donde nadie se imaginaba que el Cartel de Sinaloa estuviera tan metido en el aeropuerto o algún grupo contrario y le pusiera el pie con su droga.
Al momento de la detención Jesús Fernando Madrid Tapia traía consigo un arma larga, un arma corta, dos cargadores, 73 cartuchos útiles y dos equipos de telefonía celular y era quien esperaba la cocaína negra.