Alrededor de las 5:30 horas del jueves, vecinos de la calle Río Tamesí se percataron que una persona desconocida, ensangrentada del cuerpo, sin vida, se encontraba tirada en la vía pública, por lo que dieron parte de los hechos a las autoridades.
Al lugar, ubicado frente a una calichera, arribaron elementos de la Policía Investigadora Ministerial y criminólogos de la Unidad Regional de Servicios Periciales para iniciar las diligencias correspondientes.
El cuerpo se encontraba en la franja de terracería que se forma entre el muro de contención de la calichera y la carpeta asfáltica.
La víctima presentaba una herida larga y profunda en el cuello y se encontraba vestida únicamente con pantalón, sin camisa, ni calzado.
Tampoco portaba ningún documento de identidad, por lo que en el transcurso de ese día el occiso quedó en calidad de desconocido o “N. N.” (No Nombre), como se clasifica en el archivo forense a los cuerpos de personas no identificadas.
Inicialmente de los hechos tomó conocimiento la Unidad General de Investigaciones número 4 (UGI-4), iniciando por esa causa una carpeta de investigación por homicidio, en comentar de quien o quienes resulten responsables.
Sin embargo al día siguiente, al ser identificada la víctima por sus familiares y trascender que había sido secuestrada, por quien sus captores exigían 30 mil de pesos a cambio de liberarlo, el caso tomó una connotación más grave, de alto impacto social.
En consecuencia, la UGI-4 remitirá por incompetencia el caso ante la Unidad General de Investigaciones Especializada en el Combate al Secuestro, toda vez que la noche anterior, antes de ser localizado el cuerpo de la víctima, sus familiares habían denunciado su secuestro ante la unidad antisecuestros.
De acuerdo a reportes extraoficiales, Hernández Arriaga fue secuestrado el miércoles, en las instalaciones universitarias, de donde sus captores se lo llevaron junto con la camioneta Liberty, modelo 2005 de su propiedad.
Por la tarde-noche de ese mismo día, los secuestrado res se comunicaron con familiares de la víctima exigiéndoles 30 mil pesos de rescate, sin que posteriormente se volvieran a comunicar.
Ante esa situación, los familiares de Hernández Arriaga denunciaron los hechos ante la fiscalía especializada en el combate a secuestros.
El motivo de la falta de comunicación de los secuestrado res durante la noche del miércoles y parte del jueves fue conocida de manera brutal, al ser encontrado e identificado el cuerpo de la víctima.
Con la línea de investigación por secuestro, como base fundamental del caso, los elementos de la Policía Investigadora Estatal no descartan otros probables móviles en el homicidio del joven universitario , los cuales podrían incluir en el reporte que presentarán ante la UGI-4.
La tarde de ayer, en la UGI-4 se integraba la carpeta de investigación con los correspondientes reportes de los agentes investigadores y criminólogos de Servicios Periciales, para realizar la declinación por incompetencia.
Luego de que la UGI-4 remita el caso por incompetencia ante la Fiscalía especializada, el peso de la investigación recaerá en los agentes antisecuestros de la Policía Ministerial del Estado.
Al identificar legalmente a la víctima y reclamar la entrega del cuerpo, los familiares exigieron que se haga justicia y se capture a los responsables, ya que el joven asesinado era una persona estudiosa, que no tenía problemas con nadie y estaba a apunto de culminar su carrera como ingeniero industrial.