El acelerador de partículas más grande del mundo ha vuelto a entrar en acción luego de dos años de mantenimiento y mejoras, al inicio de una nueva misión que los científicos esperan les permitirá vislumbrar el universo oscuro invisible.
Científicos en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés) lanzaron el domingo dos haces de partículas a través del túnel de 27 kilómetros (16,8 millas) del Gran Colisionador de Hadrones por debajo de la frontera entre Suiza y Francia, cerca de Ginebra.
“¡La activación ha concluido!”, dijo la CERN en su página de internet.
El acelerador fue fundamental para el descubrimiento del Bosón de Higgs, una partícula subatómica sobre cuya existencia había varias teorías desde hace tiempo, pero que fue confirmada en 2013.
Los científicos prometen casi el doble de energía y choques de partículas mucho más violentos en esta ocasión. Esperan que los choques más violentos del rayo -que podría ser lanzado a inicios de junio – permitan observar el universo oscuro nunca antes visto.
La materia oscura -y su prima, la energía oscura- constituyen la mayor parte del universo, pero los científicos no han podido verlas. Los investigadores las buscan en choques de alta energía, en experimentos especiales a bordo de la estación espacial internacional y en una mina subterránea profunda.
La CERN invirtió unos 150 millones de dólares en mejoras, abrió la enorme máquina cada 20 metros para verificar el estado de los imanes y las conexiones.