Enrique Peña Nieto, presidente de la República, dio a conocer que uno de los beneficios de las reformas, financiera y de telecomunicaciones, será la inclusión de servicios bancarios a un mayor número de mexicanos que viven en regiones apartadas.
Actualmente, 50% de los municipios con menos de 50 mil habitantes carecen de acceso a cajeros o sucursales bancarias, lo que se revertirá a través de acuerdos con la banca para incrementar la infraestructura.
En presencia de Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Peña Nieto se comprometió a democratizar la banca; es decir, acceso al crédito con bajas tasas de interés para todos.
Con iguales condiciones de crecimiento, lo que viene suena bien.