La Iglesia Católica, a través de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, propuso instrumentar en México el dispositivo ‘Drug Self Test’, a fin de reducir la adicción a las drogas y combatir la inseguridad, derivada de su tráfico.
El secretario adjunto a dicha comisión, Pedro Arellano explicó que se trata de una prueba sencilla, cuyo costo es de entre 60 y 100 pesos, que proporciona resultados irrefutables sobre el consumo de estupefacientes de la persona que se somete a ésta.
Gracias a la aplicación de ese método, dijo, ha sido posible reducir hasta en 15 por ciento las adicciones, según pruebas clínicas que se ha hecho en ciudades de Estados unidos, Canadá y Puerto Rico.
Pedro Arellano informó que la Iglesia Católica ha realizado pruebas piloto de este dispositivo desde hace más de una año en las ciudades de México, Querétaro y Monterrey, con lo cual ha podido comprobar su efectividad.
Los resultados obtenidos entre los ‘grupos muestra’ destacan que se ha reducido casi a la mitad el índice de consumo y casi en la misma proporción el delictivo, subrayó el secretario de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social.