Especialistas de la BUAP desarrollan plaguicida con base en chicalote. Los especialistas del Centro de Agroecología, del Instituto de Ciencias de la BUAP desarrollaron el plaguicida elaborado con base en chicalote, para control agro ecológico de plagas insectiles que dañan cultivos de follaje de amaranto, maíz y frijol, entre otros.
Al respecto Agustín Aragón García, responsable de la investigación dijo que la innovación de este producto, de nombre de InsectiBUAP, radica en que no daña el ambiente, ni mata los insectos, como los pesticidas químicos sintéticos.
“El objetivo es proteger al cultivo, ya que al aplicarlo la planta adquiere un sabor amargo, desagradable para el insecto, por lo que, éste se aleja”, acotó.
El especialista de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) dijo que el propósito del desarrollo de este control alternativo a los insecticidas químicos sintéticos, es convivir con los insectos, no matarlos, ya que muchos ayudan a la polinización y son alimento de otros seres vivos, como anfibios.
Mencionó que el chicalote es una hierba con un líquido amarillo brillante; crece en terrenos de cultivo abandonados, en zonas agrícolas o a orillas de caminos, con propiedades medicinales aprovechadas desde tiempos antiguos por pueblos indígenas de México.
Agustín Aragón indicó que se caracteriza por la presencia de alcaloides en todos sus órganos, y se aplicó en cultivos de amaranto en Tochimilco, población situada en las laderas del volcán Popocatépetl, así como en huertas escolares, con excelentes resultados al lograr incrementar la producción en 70 por ciento.
Enfatizó que se trata de una técnica económica, de fácil aplicación, sobre todo, amigable con el ambiente; asimismo se pierde fácilmente con la lluvia, no daña la salud humana.
Aragón García señaló que este bioplaguicida se aplica en dosis de 30 gramos por cada litro de agua, cada ocho días, de manera alterna con soluciones de jabón neutro, en dosis de 100 gramos por 15 litros de agua.
Indicó que protege los cultivos contra plagas que dañan el follaje como la conchuela del frijol, frailecillo, chapulines, pulga saltona y gusano cogollero en maíz, por mencionar algunas.
De acuerdo con el Centro de Agroecología de la BUAP también generan otras biotecnologías basadas en extractos vegetales para el control de plagas, entre las que destaca el uso de la higuerilla, una oleaginosa cuyo aceite se utiliza en más de 180 productos como pinturas, lacas, barnices, plásticos y fertilizantes.
El objetivo del desarrollo de diversos productos para el control de plagas, a partir de extractos vegetales, es enseñar al productor cómo elaborarlos, con el fin de evitar el mal uso de los pesticidas, los cuales empobrecen el suelo, al matar fauna benéfica como lombrices y ácaros.