Estados Unidos enviará a Siria a un pequeño número de miembros de equipos de operaciones especiales para trabajar junto a los militantes que luchan ante el Estado Islámico.
Un alto oficial estadounidense dijo que las fuerzas trabajarán con grupos rebeldes en territorios al norte de Siria controlados por grupos kurdos, que han probado su calidad y lealtad al enfrentar al Estado Islámico, también conocido como ISIS. La labor de las fuerzas especiales será de aconsejar y asistir a los rebeldes.
La medida ha sido descrita como un “viraje” y no un “cambio” en la estrategia estadounidense contra el grupo extremista.
La administración de Obama ha sido criticada cada vez más ante las dificultades de las distintas fuerzas para detener al Estado Islámico, y ante los programas fallidos implementados hasta ahora. El Pentágono decidió recientemente abandonar un programa para entrenar y equipar rebeldes para la lucha.
A comienzos de semana el Secretario de Defensa Ashton Carter dijo ante un comité del Senado que se esperan más misiones militares en contra del Estado Islámico, incluyendo “acciones directas en tierra”, lo cual no es considerado desplegar tropas. Estados Unidos tiene actualmente a unos 3.300 soldados en Irak para entrenar y aconsejar a las fuerzas militares de ese país y para proteger las instalaciones estadounidenses.